- Edgar González Gaudiano, investigador de la UV, habló sobre el debate generado por el significado de estos conceptos
- En la conferencia “Sostenibilidad y sustentabilidad: ¿dos conceptos diferentes o un problema de traducción?”
- La impartió a la comunidad estudiantil y académica de la Facultad de Economía
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: César Pisil Ramos
24/05/2024, Xalapa, Ver.- Ante los debates generados en los ámbitos nacional, regional e internacional respecto a la similitud o diferencia de los conceptos de sustentabilidad y sostenibilidad, Edgar González Gaudiano, investigador de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que éste es un problema específicamente de traducción que vale la pena aclarar.
A invitación de la Dirección General del Área Académica Económico-Administrativa (DGAAEA) y de la Facultad de Economía de la UV, el Director General de la Unidad de Estudios de Posgrado de esta casa de estudios dictó la conferencia “Sostenibilidad y sustentabilidad: ¿dos conceptos diferentes o un problema de traducción?”.
El Salón Audiovisual de la Facultad de Economía fue sede del evento al que asistieron integrantes de la comunidad estudiantil y académica, así como el director de la DGAAEA, José Luis Sánchez Leyva, y el director de la propia institución, Fermín Isaías Cabo Leyva.
Durante la ponencia, también transmitida por Zoom, González Gaudiano, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de Madrid, España, afirmó que ambos conceptos son neologismos que han sido impulsados desde la política ambiental en México.
Lo mismo ocurrió en 1982 con la creación de la Subsecretaría de Ecología, pues en el debate cotidiano “todo se convirtió en ecología”, los taxis ecológicos lo eran por usar gasolina sin plomo, y los hoteles por emplear fotoceldas para iluminar sus jardines. Posterior a eso, el concepto de medioambiente también generó una fuerte discusión.
Es la misma situación que se presenta con la sustentabilidad y la sostenibilidad, pues vinieron a modernizar el lenguaje político e institucional; sin embargo, las personas no tienen claro el sentido y significado de dichos conceptos y resulta difícil aplicarlos en procesos formativos.
“Los temas de sostenibilidad y sustentabilidad no aparecieron solos así como los manejamos, sino asociados al concepto de desarrollo, cuyas teorías surgieron poco después de la Segunda Guerra Mundial.”
Es así como la sustentabilidad se sumó al tema de desarrollo y se presentó como tal, por primera vez, en el Informe Brundtland en 1987, elaborado por una comisión mundial del medioambiente integrada con expertos de muchos países.
González Gaudiano dio a conocer que sostenible y sustentable vienen de la misma raíz etimológica que es sostenere, e implica básicamente lo mismo. Incluso, el Diccionario de la Real Academia Española los maneja como sinónimos.
En medio de la discusión respecto a ambos conceptos, sobre todo de quienes estaban en el marco de la política ambiental, incluido él, nunca se llegó a un acuerdo.
“Se dijo que cada uno usara sostenible o sustentable de acuerdo con su normatividad, entonces España usó sostenible, pero Brasil, México, Argentina, Chile y El Salvador elegimos sustentable.”
Mencionó que el Artículo II de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente define el concepto de desarrollo sustentable; por lo tanto, y por normatividad, es lo que debe emplearse en México.
Justamente, este problema también se deriva de una situación de traducción, de un concepto formulado inicialmente en el idioma inglés y que después, al pasar a otras lenguas, empezó a generar confusiones.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), por ejemplo, traduce el concepto de desarrollo sustentable como sostenible, por eso aparecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Pero no porque ellos lo empleen así nosotros lo vamos a dar por bueno, cada organización elige el vocablo que desea tanto a nivel nacional como internacional.”
Subrayó que la sostenibilidad/sustentabilidad debe ser entendida como un conjunto de ideas prácticas con límites difusos, no sólo incluye componentes ecológicos, sociales o económicos, sino que involucra aspectos éticos, científico-técnicos y políticos inmersos en el concepto.
“Según el concepto que utilicemos, implica desarrollo de políticas, necesidades sociales, culturales, etcétera.”
Por tanto, la sustentabilidad, y más aún el desarrollo sustentable, no es un concepto científico, sino político.
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