- Claudia Beatriz García, alumna del Instituto de Investigaciones Biológicas, realizó estudio sobre este proceso biológico
- Comparó sus resultados con los de una investigación de hace 20 años, aplicada en las ciudades de México y Puebla
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: Omar Portilla Palacios
05/12/2023, Xalapa, Ver.- Las actitudes y creencias sobre la menstruación y menarquia –como se denomina a la primera menstruación- dejaron de ser un tabú, pues ahora existe mayor apertura y se vive con menos secrecía, comportamientos o tendencia a ocultar ambos procesos, a diferencia de hace dos décadas, afirmó Claudia Beatriz García Prieto, estudiante de cuarto semestre de la Maestría en Biología Integrativa, que imparte el Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV).
De acuerdo con su investigación, hay un aumento en la creencia de que la menstruación es incapacitante, por lo que durante esos días la mujer no puede llevar a cabo sus actividades diarias.
Así lo determinan los resultados del estudio “Experiencia de la menarquia, actitudes y creencias hacia la menstruación”, dirigido por María Luisa Marván Garduño, investigadora del IIB, dentro de la Línea de Generación y Aplicación del Conocimientos (LGAC) “Etología, salud y bienestar”.
Su objetivo es comprender cómo han cambiado las experiencias de la menarquia, así como las creencias y actitudes hacia la menstruación que presentan las adolescentes en México y compararlas con datos obtenidos en una muestra de 2002.
Claudia Beatriz explicó que el ciclo menstrual es un evento biológico permeado por diversas variables psicosociales que influyen en la manera en que una mujer experimenta la menarquia y el resto de las menstruaciones.
A través de la historia, las experiencias y las actitudes hacia la menstruación han sido principalmente negativas; sin embargo, algunos cambios en diferentes esferas de la sociedad podrían sugerir una transformación en la manera de experimentarla.
Aunque algunos aspectos de la educación menstrual no han cambiado, dijo, el secretismo en torno a ello sí ha disminuido. En contraste, es mayor la creencia de que dicho periodo discapacita y aleja a las mujeres de sus actividades normales.
Esto podría ser causa de ciertos elementos de la cultura popular como: películas, comerciales, redes sociales, etcétera, que transmiten mensajes estigmatizadores como aseverar que sus habilidades y/o capacidades se ven disminuidas durante estos días.
Además de que durante las fases menstrual y premenstrual, son inestables emocionalmente, irritables o están enojadas.
Por lo anterior, el estudio visibiliza la importancia de preparar de una manera integral a las estudiantes, además de brindar un panorama sobre los cambios en el tiempo, en cuanto a la vivencia de la menarquia y menstruaciones subsecuentes.
La joven investigadora, quien cursó inicialmente la Licenciatura en Psicología y después una Especialización en Métodos Estadísticos en esta casa de estudios, dio a conocer que para la obtención de datos aplicó dos cuestionarios a una población de 875 adolescentes y mujeres entre los 12 y 18 años, de las ciudades de Puebla y México, previo consentimiento informado de los padres de familia o tutores.
El motivo de enfocarlo en ambas metrópolis obedece a que ahí se efectuó la primera muestra de 2002 y se comparó con los datos de hace dos décadas.
En el primero, se indagó sobre qué tan preparadas se habían sentido las estudiantes cuando tuvieron su menarquia, si sabían lo que ocurría, qué hacer, si les habían surgido dudas.
En una segunda etapa se aplicó la escala de Likert “Creencias y actitudes hacia la menstruación” (previamente validada y diseñada en México). Se trata de un método de medición utilizado por los investigadores para evaluar la opinión y actitudes de las personas.
Como parte del estudio y la obtención de datos, Claudia Beatriz también realizó una estancia de investigación en la Universidad Nacional Autónoma de México, bajo la dirección de Verónica Alcalá Herrera, investigadora de la Coordinación de Psicobiología y Neurociencias, en la Facultad de Psicología.
Con relación a los resultados, se percibieron cambios positivos de apertura y menor secrecía –en comparación con el estudio de hace dos décadas– en torno a la experiencia de la menarquia entre las niñas y adolescentes, pues manifestaron haber tenido poco miedo y vergüenza y una mayor tranquilidad.
A pesar de ello, dicho periodo sigue siendo una experiencia predominantemente negativa y la preparación que reciben las niñas, insuficiente.
“Realmente, el tema de la menstruación tiene un impacto importante en la vida de las niñas y mujeres en diversos aspectos y esferas de sus vidas, por eso busco poner el tema sobre la mesa, que va más allá de lo biológico, pero depende del contexto de cada una, del apoyo y de la preparación que reciban.”
Se refirió a diferentes investigaciones donde se demuestra que educarlas desde un enfoque exclusivamente biológico, es totalmente insuficiente.
“Me gustaría que los resultados fueran útiles para rediseñar y replantear el plan de estudios del nivel básico, porque aunque hay un avance y logro de sentimiento y experiencia positiva en su primera menstruación, también es cierto que no es suficiente lo que se enseña en las escuelas.”
En virtud de que las mujeres viven este evento alrededor de 400 veces a lo largo de sus vidas, la universitaria busca que el tema se aborde desde tercero de primaria, puesto que algunas niñas llegan a enfrentarlo desde los ocho años.
Recientemente, Claudia Beatriz Rivera Prieto participó en el 16 Simposio Interno de Investigación y Docencia del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada de la UV, con un cartel relacionado con esta temática.
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