• Donovan Quetzal Peña Martínez realizó este proyecto como parte de su trabajo de tesis
• El efecto contra el dolor de los medicamentos comerciales sólo dura menos de tres horas y el del joven universitario es hasta por seis horas

Donovan Quetzal Peña Martínez, estudiante de QFB

Claudia Peralta Vázquez

27/07/18, Xalapa, Ver.- Donovan Quetzal Peña Martínez, estudiante de décimo semestre de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV), creó una microemulsión para coadyuvar al tratamiento contra el dolor neuropático, el cual es ocasionado por diversos padecimientos.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), diabetes mellitus, herpes zóster, e incluso una mala cirugía que origina lesión en los nervios y, por ende, un dolor crónico constante, son algunos causantes de este mal que actualmente es tratado con medicamentos sistémicos como anticonvulsivantes y antidepresivos.

Se ha reportado que esos fármacos son benéficos en el tratamiento del malestar, pero el problema radica en que su consumo debe ser frecuente debido a su efecto limitado de menos de tres horas.

Al destacar el impacto de esta investigación producto de su trabajo de tesis denominada “Optimización de una formulación de lidocaína capsaicina para evaluar su potencial analgésico en modelos animales”, el joven explicó que en el mercado existen diversas formas farmacéuticas, entre ellas: tabletas, cápsulas, ungüentos y parches.

Sin embargo, una microemulsión es un sistema formado por una parte acuosa (agua), oleosa (aceite) y un surfactante (agente tensoactivo como el jabón), lo cual permite combinar al agua y al aceite sin que éstos se separen.

Comentó que el desarrollo de este estudio proviene de un proyecto anterior donde la microemulsión fue analizada para evaluar su potencial analgésico.

Donovan Quetzal indicó que la debilidad, entumecimiento y dolor, principalmente en manos y pies, son algunos síntomas del dolor neuropático ocasionado por un daño neurológico y se manifiesta por hiperalgesia o alodinia. El primero se refiere a estímulos masivos como cuando alguien se pica con una aguja y su respuesta es muy exagerada porque así lo siente; el segundo, se presenta mediante estímulos no nocivos como la brisa o el frío, que para los pacientes con dolor neuropático significa una molestia intensa.

Ambas situaciones originan que la persona empiece a decaer en sus capacidades cognitivas debido al constante dolor que sufre.

El universitario reveló que en México, el 25 por ciento de las personas con diabetes tienden a presentar dolor crónico, y de esa cifra el ocho por ciento padecen dolor neuropático.

Dio a conocer que el consumo constante de los medicamentos anticonvulsivantes y antidepresivos para contrarrestar el malestar genera efectos secundarios, lo cual no es tan viable para el paciente.

Estos tratamientos tópicos van desde parches de lidocaína y capsaicina, hasta ungüentos aplicados tópicamente en las regiones afectadas. Aunado a los medicamentos ingeridos de forma sistemática, ayuda a mejorar la calidad de vida.

Lamentablemente, por su corto efecto debe ser aplicado de forma constante, lo cual hace tedioso y caro el tratamiento, orillándolos a abandonarlo.

En ese sentido, por su carácter bifásico (acuosa y oleosa) la microemulsión permite solubilizar las sustancias de manera adecuada y que más principio activo de la lidocaína y capsaicina traspase y llegue al cuerpo.

Al respecto, afirmó que se ha logrado comprobar –a través de modelos animales– que este medicamento tópico tiene un potencial efecto analgésico en comparación con un ungüento de lidocaína comercial.

“Hemos determinado que el efecto analgésico de la microemulsión dura hasta seis horas.”

Aseveró que en México sí se ha explorado su uso, pero en el caso de la industria farmacéutica hay pocas microemulsiones, la mayoría son orales y las tópicas aún no han sido patentadas.

Esto lo hace un medio viable para el tratamiento del dolor neuropático, subrayó.

El futuro profesionista expresó su gusto por explorar con este estudio la tecnología farmacéutica. Ahora su intención es cursar un posgrado orientado hacia el análisis de medicamentos.

En el caso del proyecto, buscará analizar si con el uso de otros excipientes se puede potenciar aún más el efecto analgésico de la microemulsión, así como ampliar su vida de anaquel para hacer viable el uso de este sistema.

En laboratorio se comprobó que la microemulsión tiene un potencial efecto analgésico en contra del dolor neuropático