- Edén González Roldán, encargado de Despacho de la Comisión Nacional de Bioética, dictó la ponencia “Bioética y dirección hospitalaria: desafíos institucionales”
17/12/2021, Xalapa, Ver.- La pandemia de Covid-19 ha constituido una dura prueba para todo el sistema nacional de salud y puesto en evidencia cuáles son las precarias condiciones de los centros hospitalarios públicos y privados, pero también ha dejado lecciones, aprendizajes y mostrado a los verdaderos héroes sin capa, planteó Edén González Roldán, encargado de Despacho de la Comisión Nacional de Bioética (Conbioética).
El funcionario, quien también funge como director de Administración y Finanzas de esa institución, impartió la conferencia “Bioética y dirección hospitalaria: desafíos institucionales”, dentro de la XIV Reunión Nacional de Comisiones Estatales de Bioética, realizada el 16 de diciembre de 2021.
En el encuentro transmitido a través del canal de YouTube de la Conbioética, destacó cómo la pandemia ha permitido generar mecanismos para coadyuvar en la mitigación de efectos imprevistos, en los ámbitos intersectorial e interinstitucional.
También, a reducir al mínimo los riesgos potenciales a la salud y de la relación con el cuidado de la misma, poniendo siempre como estandarte la búsqueda del bien común de la sociedad.
Calificó a la bioética como una disciplina que conjuga el enfoque de diversos campos del conocimiento y ha sido crucial ante el actual contexto de emergencia sanitaria e incertidumbre donde los recursos son limitados.
“La bioética es una disciplina surgida de la ética que exige la reflexión permanente sobre los problemas morales derivados de las prácticas médicas, biomédicas, investigación e innovaciones en las ciencias de la salud.”
Por tanto, uno de los principales desafíos para el directivo hospitalario en materia de política pública en salud es el caso de la jornada nacional de vacunación dentro del contexto de situación de emergencia.
“Todos sabemos que la aplicación de la vacuna es para la prevención de enfermedades transmisibles y es uno de los mayores éxitos de la historia de la salud pública mundial.”
Al respecto, señaló que las jornadas de vacunación siguen siendo el método más efectivo para prevenir enfermedades desde la perspectiva individual, permiten el control y la erradicación de padecimientos que representarán problemas graves sanitarios, y contribuyen a reducir costos en la atención médica por el padecimiento de este mal.
Edén González se refirió a la existencia de grupos que han manifestado controversias éticas particularmente relacionadas con la vacuna por la Covid-19, ya sea por la reglamentación o el tipo de investigación desarrollada para generar otras nuevas.
“Los dilemas que surgen en las jornadas de vacunación por situaciones de emergencia son: el consentimiento informado que se lleva a cabo por parte de las personas que participan en la creación de nuevas moléculas y la disparidad en el acceso a las vacunas.”
Esto ha propiciado tensiones con las personas que desean ejercer el derecho a aceptar o rechazar la vacunación, o para quienes ejercen la patria potestad de hijos o a quienes representen legalmente.
De ahí surge la importancia de la salud y la dignidad humana como causa principal de una práctica médica.
Los dilemas derivados de ella son fundamentales, siempre debe existir un derecho a la dignidad de las personas, a sus derechos humanos y libertades fundamentales, y éstos constituirán la base principal de cualquier planteamiento ético.
Es por ello que el actuar médico y científico va a descansar en la reflexión bioética guiada por la razón y la evidencia del conocimiento, pero también en la buena fe y el sentido común del profesional de la salud.
Indicó que los aspectos bioéticos que actualmente permean en la práctica médica moderna son: competencia clínica, derechos humanos, consentimiento informado, expresión por excelencia de la autonomía, y respeto por las decisiones de los pacientes en cuanto al cuidado de su salud.
Además, la salvaguarda de las necesidades de los pacientes, ya sean sociales o económicas, inclusive la confidencialidad y protección de datos.
Comentó que derivado de la práctica médica contemporánea, la relación médico-paciente en las unidades hospitalarias es fundamental para atender los problemas de salud, aliviar los padecimientos y fomentar la cultura de prevención de enfermedades y el autocuidado.
El éxito de los procedimientos clínicos dependerá en gran medida de las habilidades y destrezas adquiridas por el médico a través del fortalecimiento de su especialidad, del diagnóstico y tratamiento, y del establecimiento de un diálogo de confianza con el paciente y con el núcleo que le rodea.
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