Ciencia

Biotecnología transforma residuos agroindustriales en biocombustibles

  • Yolanda Cocotle Ronzón impartió ponencia en el marco del I Congreso Nacional Estudiantil de Bioquímica y Biología Molecular 
  • Habló sobre el uso de estos residuos para la generación de bioenergéticos

 

Yolanda Cocotle enfoca sus investigaciones en la biotecnología y el aprovechamiento de residuos agroindustriales

 

Claudia Peralta Vázquez 

12/03/19, Xalapa, Ver.- El aprovechamiento y la transformación de  residuos agroindustriales a través de la biotecnología se ha convertido en una alternativa para frenar problemas de salud pública, el deterioro al medio ambiente y obtener productos de valor agregado, destacó Yolanda Cocotle Ronzón, académica de las facultades de Ciencias Químicas (FCQ) y de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV). 

El lunes 11 de marzo, en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), la docente abrió el programa de actividades del I Congreso Nacional Estudiantil de Bioquímica y Biología Molecular –que lleva su nombre con la ponencia “Metabolismo microbiano y su relación con la valorización de residuos agroindustriales”. 

En su charla, la homenajeada se enfocó principalmente en su uso para la generación de bioenergéticos y como sustratos para la producción de metabolitos de interés en la industria, así como en el empleo de los microorganismos para la transformación de residuos mayoritariamente orgánicos. 

En el marco del evento organizado por el Área Académica Técnica y la Facultad de QFB, que concluyó el martes 12 de marzo, comentó que la población mundial ha aumentado de forma desproporcionada. 

Tan sólo en 2013 éramos siete mil 200 millones de personas, pero para 2050 se alcanzarán nueve mil 600 millones, y para principios del próximo siglo seremos 16 mil millones. 

Lo anterior indica que entre todas las actividades del ser humano se verá la generación de una gran cantidad de residuos orgánicos e inorgánicos que de no gestionarse de manera adecuada, incidirán en la salud pública, en el medio ambiente y la sustentabilidad. 

Ante los asistentes, procedentes de diversas instituciones de educación superior del país, la homenajeada resaltó que al momento no hay una clara conciencia para su manejo ni una legislación para promover su gestión, y si la hay no se aplica. 

Por tanto, la agroindustria es una actividad que combina el proceso productivo agrícola con la industria para generar alimento o materias primas semielaboradas destinadas al mercado. 

Estamos llamados a aprovechar estos residuos de tal manera que demos una solución al problema ambiental y obtengamos productos de valor agregado. 

Pero no sólo esto debe gestionarse, sino también la promoción de su reutilización y reciclaje. 

La integrante del núcleo académico básico de la Maestría en Laboratorio Clínico de QFB, mencionó que los residuos agroindustriales están constituidos principalmente de materia orgánica, misma que puede ser transformada por métodos físicos como el molido, prensado y calor; químicos, hidrolizándolo y generando algunos compuestos; también por medio de métodos biológicos, a través de fermentaciones, de hidrólisis enzimática o cultivo de microorganismos. 

Algunos de sus componentes principales son: las celulosas, proteínas, hemicelulosa, ácidos grasos, lignina, almidón y algunos monosacáridos y disacáridos. 

En su conferencia, apuntó que los residuos se han utilizado como compostaje o alimento animal. Asimismo, existen dos tipos, uno de ellos son los derivados de cultivos agrícolas, es decir, las virutas o bagazos de caña. 

Cocotle Ronzón, cuya Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento (LGAC) se centra en la aplicación de la biotecnología para el aprovechamiento de residuos agroindustriales, comentó que tan sólo en la producción de la azúcar se generan de 250 a 300 kilogramos por tonelada de caña procesada. 

Otros residuos son los creados durante el procesamiento de las frutas y verduras. 

Al respecto, dijo que son alrededor de 900 millones de toneladas de residuos de este tipo los que se generan anualmente, sin contar los de las viviendas. 

Asimismo, la producción de jugo genera un total de 13.5 millones de toneladas métricas de residuos en forma de semillas, pulpa, cáscara y membranas –entre otros que corresponden a un 50 por ciento de la fruta fresca. 

Por ello, el aprovechamiento y la transformación de estos residuos por métodos biológicos se realiza a través de la biotecnología, considerada como toda aplicación tecnológica que utiliza sistemas biológicos, ya sea de organismos completos o de parte de esos organismos. 

En esta estrategia se integran varios conocimientos, entre ellos: la microbiología, bioquímica, biología molecular y la ingeniería. 

Son las bacterias, hongos y levaduras, los microorganismos que se emplean para transformar los residuos agroindustriales. 

Conociendo los procesos metabólicos de estos organismos podemos generar aplicaciones para nuestro beneficio, por eso es importante conocer no sólo los componentes del material residual, sino el metabolismo que llevan a cabo para poder aprovecharlo y generar productos de valor agregado. 

De esta manera se obtienen biocombustibles o combustibles de origen biológico, de fuentes renovables a partir de plantas cultivadas, biomasa y restos orgánicos que provienen principalmente del azúcar, trigo, maíz o semillas oleaginosas. 

También pueden ser producidos a partir de la porción biodegradable de desperdicios industriales y municipales. 

Los combustibles de primera generación son los que se obtienen a partir de azúcar, almidón, aceites vegetales o grasas animales; y los de segunda generación, son combustibles líquidos obtenidos a partir de la biomasa lignocelulosa de las plantas. 

Entre ellos se encuentran: metano, bioetanol, biodiesel, biohidrógeno y biobutanol. 

También se generan otros compuestos que pueden causar algún efecto no deseable sobre la actividad de los microorganismos que van a transformar esta materia. 

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