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- Eduardo Rivadeneyra, docente de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica-UV, presentó el tema en el X Simposio Internacional de Neuroetología
- El científico apuntó que se ha relacionado con enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis-lateral amiotrófica
David Sandoval Rodríguez
Fotos: Omar Portilla Palacios
23/10/2023, Xalapa, Ver.- Se ha relacionado el consumo de derivados de las cícadas y de la yuca como posibles causantes de enfermedades neurodegenerativas, por ello se hace necesario que su preparación para consumo humano la realicen personas con experiencia, dado que los daños que causan son irreversibles.
Así lo planteó Eduardo Rivadeneyra Domínguez, académico de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB), en el X Simposio Internacional de Neuroetología “Treinta años formando neuro-etólogos”, realizado en la Sala Anexa Tlaqná, Centro Cultural.
En su conferencia magistral “Enfermedades neurológicas asociadas al consumo de plantas”, explicó que la harina que se prepara con la semilla de estas plantas contiene los principios activos: metilazoximetanol, β-metilamino-L-alanina, β-oxalilamino-L-alanina y cicasina, que pueden producir efectos neurotóxicos en los humanos.
Con base en diversas investigaciones, su consumo se ha asociado a la aparición de este tipo de enfermedades, principalmente con el complejo: demencia-parkinsonismo y la esclerosis-lateral amiotrófica (ELA).
Advirtió que para evitar el potencial daño en las personas que las consuman –dado que es irreversible–, las semillas de las cícadas y de la yuca que se ocupan para elaborar harinas o comerse en diversos platillos deben de ser preparadas por personas con experiencia.
En el caso de las cícadas, son plantas que existen desde la época de los dinosaurios y comentó que hay una hipótesis que relaciona su extinción con el consumo de estas especies, dado el efecto tóxico que provoca en el cerebro, afectando la coordinación de movimientos y atrofia de los miembros.
Precisó que L-BOAA Cicasina es un glucósido común en todas las cícadas, es neurotóxico y causante del padecimiento conocido como ELA, enfermedad inhabilitante que tiene amplios registros de casos en África y es conocida, por otras causas, como el padecimiento del físico Stephen Hawking.
El investigador de la UV recordó que los primeros casos en que se planteó la hipótesis de intoxicación y daños cerebrales por el consumo de cícadas ocurrieron a principios del siglo XX en el archipiélago de las islas de Guam, en el océano Pacífico, cuando varios habitantes manifestaron rasgos de enfermedades nerviosas.
En cuanto a Latinoamérica y México, recalcó que las regiones donde se muelen las semillas de cícada como sustituto del maíz se ubican en los estados de Veracruz y Oaxaca.
No obstante, se carece de reportes oficiales ante la Secretaría de Salud y Asistencia que puedan correlacionar los brotes de tales enfermedades y agregó que en estas regiones hay ganado que se alimenta con hojas de cícadas, donde también se comenta que llegan a desarrollar una falta de coordinación motriz de las extremidades posteriores. En igual sentido, es de conocimiento popular que las personas que trabajan en invernaderos donde hay cícadas reportan dolores de cabeza y cansancio.
Por otra parte, con respecto al consumo de la yuca y la harina preparada con este tubérculo, el investigador mostró videos de comunidades africanas donde se reporta la enfermedad conocida como konzo, una neuropatía atáxica que genera imposibilidad para caminar y que los habitantes de la región comparan con la forma de desplazamiento del camaleón, en la que las personas se arrastran o tienen que usar bastón, incluso desde niños, para poder sostenerse.
Es por esta razón que enfatizó la importancia de realizar más estudios que permitan correlacionar el consumo con las neuropatías, como también advertir a la población que la harina y los platillos que ocupen ambas especies deben ser preparados por personas que tengan experiencia.
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