- María de la Soledad Lagunes, académica de la Facultad de Ciencias Químicas de Orizaba, participó en las Jornadas Nacionales de Ciencias Farmacéuticas 2020
- La investigación en ciencia básica es fundamental para desarrollar fármacos, medicamentos y vacunas, subrayó la docente
David Sandoval Rodríguez
10/09/2020, Xalapa, Ver.- La investigación en ciencia básica es clave para el desarrollo de fármacos, vacunas y medicamentos, labor que, si bien no es fácil, puede llevar a buenos resultados, manifestó María de la Soledad Lagunes Castro, académica de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Veracruzana (UV), región Orizaba-Córdoba.
La catedrática participó por videoconferencia en las Jornadas Nacionales de Ciencias Farmacéuticas 2020 con la ponencia “Desarrollo farmacéutico de anticuerpos monoclonales”.
“La investigación en ciencia básica es clave para el desarrollo de vacunas, los procesos no son fáciles, pero alguien los tiene que hacer y nosotros podemos hacerlo, alguien tiene que ponerse las pilas”, subrayó.
“Si no partimos de una investigación en ciencia básica no tendremos acceso a poder aplicar en algo; les puedo decir que la investigación es un camino muy bonito, a veces cansado, a veces difícil, hay que tener las ganas de preguntarse el por qué todos los días y nunca va a ser rutinario porque entonces tendremos un problema diferente que resolver y debemos estar dispuestos a perder un poco de cabello en el estrés de tratar de resolver los problemas que irán surgiendo día a día”, reconoció la ponente.
Refirió que “quienes trabajamos en laboratorio sabemos que cuando nos dicen que algo es fácil podemos dudar que sea así, y cuando nos dicen que es difícil podemos imaginar que es imposible pero después de un tiempo uno aprende a lidiar con esto y a seguir intentando”.
Lagunes Castro comentó que su modelo animal de trabajo son los ratones, a los que se les administra el antígeno, que activará los linfocitos B que, a su vez, van a dividirse en células de memoria y se almacenarán para la próxima vez que ocurra una infección similar y acelerarán la respuesta inmune; otros van a madurar a célula plasmática y secretar anticuerpos que viajarán a través del torrente sanguíneo, el cual es extraído de los ratones para generar un suero.
Estudiar los antígenos es describir la respuesta inmune y es una parte del trabajo que comienza con células, luego se escala a animales de laboratorio en el caso de ciencia básica, y posteriormente en las fases pre-clínica y clínica, que ya son ciencia aplicada, se determinará el vehículo, las vías de administración y las interacciones que puede haber con otros fármacos o con alimentos.
“¿Qué tengo que hacer en ciencia básica para llegar a la ciencia aplicada y poder desarrollar anticuerpos? Primero, hay que recordar que hay anticuerpos policlonales y monoclonales; para obtener ambos debemos seguir ciertas metodologías”, dijo.
Se debe seleccionar un antígeno inmunógeno por medio de varias técnicas y después se diseñará un inmunógeno mediante el uso de sistemas animales para generar anticuerpos.
En el caso de los anticuerpos monoclonales sólo van a reconocer a un único epítopo, que es una zona de la superficie de un antígeno que interactúa con tales anticuerpos específicos a los cuales se une, ello garantiza una especificidad por lo cual puede ser utilizado como un fármaco.
La investigadora afirmó que “los anticuerpos monoclonales son la joya de la corona, donde se inmuniza al animal en experimentación con el antígeno y se le da un tiempo para que, de acuerdo a su respuesta inmune, se produzcan los anticuerpos, entre siete a 21 días”.
Sin embargo, advirtió que el desarrollo de los anticuerpos monoclonales lleva tiempo y es muy diferente entre los tiempos en los que se desarrollan los experimentos en los laboratorios de la industria farmacéutica y aquéllos de las instituciones educativas, donde son más prolongados.
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