Ciencia

Egresado analizó impacto de comer a deshoras en proceso reproductivo

  • André Patiño Toss comprobó sus hipótesis en modelos murinos de ratas Wistar hembras 
  • Con esta investigación obtuvo el grado de Licenciado en Biología por la Universidad Veracruzana
  • También fue reconocido como el mejor trabajo de pregrado dentro de la Reunión Anual de la Academia de Investigación en Biología de la Reproducción 

 

André Patiño Toss

 

Claudia Peralta Vázquez 

08/09/2019, Xalapa, Ver.- Un estudio de investigación desarrollado por André Patiño Toss, egresado de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), demostró que la ingesta de alimentos en horarios impredecibles, irregulares e irrepetibles, puede alterar el proceso reproductivo en ratas Wistar hembras. 

“Efecto de la alimentación en horarios impredecibles sobre el desarrollo folicular ovárico y el útero”, es el nombre del experimento, el cual se prolongó durante dos años y se realizó en coordinación con la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATX), a través del Centro de Investigación en Reproducción Animal (CIRA), y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Con él, Patiño Toss obtuvo el grado de licenciatura, pero además el primer lugar en la categoría de trabajo de pregrado dentro de la XLIV Reunión Anual de la Academia de Investigación en Biología de la Reproducción, celebrada del 26 al 29 de mayo del presente año en la ciudad de Oaxaca. 

La relevancia, impacto y pertinencia social del tema fueron factores que derivaron en este reconocimiento y motivación para el joven investigador, quien espera continuar por este rumbo. 

Los resultados de este trabajo, dirigido por Elvira Morgado Viveros, integrante del cuerpo académico (CA) Biología y Ecología del Comportamiento de la Facultad de Biología UV, describen el comportamiento reproductivo que puede darse igualmente en mujeres cuando cubren horarios laborales nocturnos o rotatorios. 

Esto ocasiona desajustes en el funcionamiento del organismo respecto al patrón normal de actividades realizadas durante el día y los periodos de luz. Además, favorece que la alimentación sea durante la noche, la fase de descanso o a todas horas. 

El biólogo, quien próximamente aspirará a la Maestría en Ciencias Biológicas de la UV para dar continuidad a esta temática, comentó que la literatura ha reportado ampliamente que cuando a las ratas Wistar se les restringe el alimento durante la fase de descanso, es decir, durante el día, ya que son animales nocturnos, se sincronizan y se vuelven diurnas por la disposición del alimento en esta fase. 

También, se ha encontrado que si comen en horarios impredecibles aleatoriamente tienen una disrupción del ciclo reproductivo. 

“A través de este modelo animal, nosotros probamos que darles de comer a diferentes horas todos los días puede perturbar la reproducción.” 

Detalló que en el laboratorio fueron empleados precisamente cuatro grupos experimentales de modelos murinos para la comprobación de hipótesis. En éstos no se probaron dietas bajas o altas en grasa, simplemente se les dio de comer el mismo alimento y la única variable fue el momento en que se les suministraba. Es decir, a unas durante la fase de descanso, a otras a todas horas o todos los días. 

Los resultados permitieron observar la afectación en el desarrollo de estructuras ováricas, específicamente en el folículo que determina el control endocrino para la respuesta sexual en la hembra. 

También se logró demostrar que hay una disrupción en el ciclo reproductivo y una disminución de la morfometría total del útero que no facilita la implantación. 

Asimismo, el cuerpo lúteo, que es una estructura encargada de sintetizar progesterona, se mantiene, no involuciona y por tanto inhibe el ciclo reproductivo. 

Sin embargo, resaltó que es importante mantener horarios fijos de alimentación, pues en el grupo murino que comió de forma restringida durante la fase de descanso, los efectos no fueron tan notorios. 

“Lo que sucede es un alargamiento del ciclo, pero siguen ciclando, y a nivel ovárico y útero no hay alteraciones.” 

Patiño Toss expuso que si bien se ha reportado el aumento del ciclo menstrual y de la concentración de progestestinas (que inhibe el embarazo) en azafatas, trabajadoras en turnos nocturnos o activas durante la fase de descanso, no se ha descrito a gran detalle qué tanto puede ser el impacto. 

Aseveró que en ciencia básica los modelos de aplicación para comparar estas situaciones, en el sentido de introducir al alimento como un desincronizador, no ha sido ampliamente explorado. 

Por tanto, esta investigación es una aproximación de qué tanto puede perjudicar el alimento cuando no se ingiere diariamente a la misma hora, sobre todo en el control de la tendencia de infertilidad. 

“Trabajar en turnos rotatorios y nocturnos, ocasiona que las trabajadoras coman a todas horas.” 

El recién egresado manifestó que desde hace 50 o 60 años se ha incrementado la prevalencia de ciertos trastornos de infertilidad relacionados con los cambios en las rutinas, tales como: aumento de la duración del ciclo menstrual, de las progestinas, tendencia al aborto y problemas para la implantación del producto. 

El joven considera que su estudio es un trabajo de ciencia de frontera, pues ha competido con trabajos desarrollados en institutos de investigación a nivel nacional. 

“Entonces te das cuenta que, a pesar de las condiciones en las que trabajas, tu investigación es de calidad y se puede presentar y discutir.” 

Y agregó: “La mayor satisfacción es saber que no hay limitantes para el trabajo científico siempre y cuando se tenga un objetivo claro”. 

Cabe mencionar que, en seguimiento a estos resultados, la segunda parte del estudio se centrará en determinaciones hormonales y activación de centros neurales que controlan estas funciones. 

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