- Jacob Bañuelos Trejo y Dora Trejo Aguilar, de la Facultad de Ciencias Agrícolas, hablaron sobre la diversidad del reino fungi en el programa “Tardes de Ciencia”
- Existen especies benéficas y otras no tanto, pero genéticamente tienen algunas similitudes con los humanos
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
01/10/2023, Xalapa, Ver.- ¿Cuál es el organismo más grande del planeta? Inmediatamente se pensaría que es la ballena azul o un árbol, pero no, en realidad lo es un hongo que crece en una superficie de nueve kilómetros cuadrados en el estado de Oregón, Estados Unidos, que data de hace dos mil 500 años y brilla en la oscuridad.
Lo anterior fue algo de lo que contaron Jacob Isaías Bañuelos Trejo y Dora Trejo Aguilar, encargado del Laboratorio de Organismos Benéficos y docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana (UV), respectivamente.
Los universitarios dictaron la conferencia “Aventuras fascinantes con los hongos” en modalidad híbrida, en el marco del programa de difusión y divulgación científica “Tardes de Ciencia” impulsado por la Dirección General de Investigaciones de esta casa de estudios.
Jacob Bañuelos explicó que en el ambiente existen hongos benéficos y otros que pueden ser malos, un aspecto interesante es que genéticamente tiene algunas similitudes con los humanos.
Además, sin ellos no se podrían consumir algunos quesos, pan, vino y cerveza, lo que limitaría la variedad de alimentos. Aunque su rol principal es descomponer la materia orgánica, ya que gracias a ellos se pueden reciclar los nutrientes.
“Lo que conocemos y comemos es el fruto, porque el hongo se encuentra debajo de la tierra, en el micelio, que está conformado por un conjunto de hifas (filamentos microscópicos) a través de las cuales forman relaciones simbióticas con árboles, plantas e insectos” explicó el investigador.
Hongos zombis
Uno de los hongos que son considerados “malos” son los llamados Cordyceps, el cual infecta a hormigas y otros insectos para reproducirse, puede controlarlos para llevarlos a hojas determinadas donde crecerá dentro del insecto y liberará sus esporas para repetirse el ciclo.
“No controla su mente sino los músculos por medio de las hifas, lo que permite conducirlos hacia lugares donde hay mayor humedad, oscuridad y una temperatura menor, para finalmente colocar al huésped encima del hormiguero donde desprenderá las esporas para infectar a toda la colonia y repetir el ciclo.”
Afirmó que este tipo de hongo no puede infectar a los humanos, ya que la temperatura corporal es de 35 grados centígrados, lo cual no es un ambiente apto para dicha especie.
Hongos embrujados
A finales del siglo XVII, en un pueblo llamado Salem, en el estado de Massachusetts, Estados Unidos, se registraron casos extraños que fueron relacionados con brujería, lo que derivó en el enjuiciamiento de mujeres.
El profesor universitario recordó que en esa época las personas permanecían recluidas en sus hogares porque temían de los extranjeros. Los acontecimientos iniciaron con una pareja de hermanos que una noche tuvieron un insólito comportamiento: alucinaciones, visiones y hablaron en una lengua rara; al llamar al médico del pueblo, éste les dijo que no tenían nada, que estaban embrujados.
“Lo que probablemente sucedió fue que en esas fechas se registró una fuerte helada que derivó en bajas temperaturas, lluvias fuertes y acumulación de mucha humedad, generando un ambiente propicio para que el hongo Ergot o Claviceps purpurea creciera en los cultivos de trigo con el que elaboraban pan; al ser resistente a las temperaturas, las personas lo consumieron y se registraron casos de supuestos embrujos.”
Detalló que el Ergot contiene una sustancia denominada ergotamina, sustancia parecida al LSD, que al ser ingerida provoca espasmos musculares, alucinaciones y convulsiones/contorsiones, de ahí que los pobladores de Salem del siglo XVII pensaran que se tratara de un hechizo lanzado por una bruja.
Hongos alucinógenos
El crecimiento o encogimiento es posible después de comer un hongo, como sucede en el videojuego de Mario Bros. o en la obra Alicia en el país de las maravillas.
Algunos hongos contienen una sustancia que al consumirlos altera la percepción de las personas respecto de lo que les rodea, y pueden sentir que los objetos se encogen o crecen.
“El escritor Lewis Carroll evidentemente consumía hongos alucinógenos y en ellos se inspiró para escribir las novelas Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró ahí. Los vikingos los comían antes de ir a las batallas, ya que los hacía sentirse más fuertes y con mayor energía, además de hacerlos más violentos.
”Todo lo que les he contado está basado en la ciencia, en artículos e investigaciones científicas”, concluyó el académico de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UV.
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