Ciencia

El ser humano es un ecosistema, por diversidad microbiana: Alejandro Frank

  • El científico ofreció conferencia sobre el microbioma y su relación con el cuerpo, como parte de la Cátedra “Ruy Pérez Tamayo

 

Alejandro Frank, miembro de El Colegio Nacional

 

Paola Cortés Pérez

26/10/18, Xalapa, Ver.- Alejandro Frank Hoeflich, físico nuclear y miembro de El Colegio Nacional, afirmó que el ser humano se asemeja más a un ecosistema y a un árbol, por la gran diversidad microbiana que conviven en el cuerpo humano.

El físico dictó la conferencia “Somos un bosque: el microbioma y nosotros”, la tarde del martes 23 de octubre en el auditorio de la Facultad de Arquitectura, como parte de las actividades de la Cátedra de Excelencia “Ruy Pérez Tamayo”, organizada por la Universidad Veracruzana (UV) y El Colegio Nacional.

“Seguramente todos se preguntan, ¿por qué un físico nuclear hablará sobre el microbioma? La respuesta no la sé, pero tiene que ver con el hecho de que toda mi vida estuve interesado en la biología, intenté ser biofísico pero no lo logré y tuve que ser físico nuclear. Yo digo que soy un reduccionista arrepentido”, comentó al iniciar su charla.

El estudio del microbioma, comentó, es un proyecto al que se ha dedicado en la última década. Explicó que el microbioma es la comunidad de microorganismos que habitan sobre/dentro del cuerpo humano, los cuales son portadores de genes; mientras que la microbiota es la comunidad de microorganismos que vive sobre/dentro del cuerpo.

Mencionó que en los últimos años se conoce sobre el microbioma gracias al avance de la genómica, que es la capacidad de leer el ADN (la información genética). “Gracias a esto podemos darnos cuenta de la enorme cantidad de microorganismos que conviven con nosotros, los hay en los pulmones, en nuestros ojos, en la piel, en nuestro organismo, en todos lados tenemos una comunidad microbiana”.

¿De qué tamaño es la fauna interior que tenemos? Respondió que tenemos aproximadamente 1014 de bacterias, es decir, más de 100 millones de millones de bacterias, cifra que casi coincide con el número de células que tenemos en el cuerpo, “somos mitad humanos y mitad microorganismos”.

Asimismo, por medio de estudios se ha encontrado que la microbioma es adaptable y cambia conforme la edad de las personas, es decir, las bacterias evolucionan y se adaptan a los cambios internos y externos del cuerpo humano.

Sin embargo, el consumo de antibióticos (especialmente los de amplio espectro) provoca un efecto cascada de extinción de bacterias que son benéficas para nuestro organismo y que lamentablemente no se pueden volver a adquirir, provocando la Dysbiosis, que es la presencia de irregularidades microbianas dentro del cuerpo.

Indicó que esta afectación a los microbios puede estar relacionada con diversas enfermedades, entre ellas la diabetes, la obesidad, alergias, intolerancia al gluten.

Algunas personas podrán decir que no tienen este problema porque han tomado pocos antibióticos en su vida, pero la industria alimenticia –especialmente del pollo y carnes rojas– usan antibióticos para engordar a los animales.

Destacó que el microbioma es heredable, es decir, que los microbios núcleos (saludables o malos) que tienen los padres (especialmente la madre) pasan a los hijos al momento del parto y/o por medio de la leche materna.

Esto muestra que el cuerpo humano no es el sistema genético que se creía, “hemos descubierto que no somos un árbol sino un bosque, una selva, un ecosistema, y así debemos pensar para poder enfrentar nuestra salud”, destacó.

El tener un microbioma equilibrado es esencial para tener un cuerpo saludable, ya que está estrechamente relacionado con la fisiología del mismo, de ahí la importancia de desarrollar proyectos de investigación sobre el tema.

 

La conferencia tuvo una importante asistencia de jóvenes universitarios

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