- Alan Monroy aprobó su examen profesional con mención honorífica, obteniendo el grado de Maestro en Ecología Tropical
- Las dos especies de aves tienen un papel fundamental entre las comunidades indígenas, así como en el ambiente
Texto y fotos: Paola Cortés Pérez
14/10/2022, Xalapa, Ver.- Alan Monroy Ojeda, egresado de la Maestría en Ecología Tropical del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), realizó una investigación sobre el zopilote rey y el águila harpía, por su relevancia biocultural.
En días pasados, el universitario presentó su examen de titulación con la tesis “Análisis espacial de la distribución del zopilote rey (Sarcoramphus) e identificación de áreas potenciales para la anidación del águila harpía (Harpia harpyja)”, que aprobó con mención honorífica.
Los profesores que fungieron como sinodales coincidieron en que se trata de un proyecto bien desarrollado y escrito, que abre la puerta a nuevas y futuras investigaciones.
En tanto, José de Jesús Vargas González, director del programa Fondo Peregrino en Panamá, comentó que el proyecto es una combinación de un pensamiento crítico e información relevante para la conservación de dichas aves.
Alan Monroy mencionó que el águila harpía es el depredador más importante de las selvas tropicales; mientras que el zopilote rey o cóndor de la selva es carroñero y su función es relevante para el ambiente.
“Las dos especies tienen un arraigo sobresaliente en las tradiciones y costumbres de las comunidades indígenas actuales, por lo tanto, conservarlas es una manera de proteger las selvas y los ecosistemas tropicales de Latinoamérica.”
Con respecto a su función ecológica, explicó que el águila harpía es un regulador de poblaciones presas al ser un depredador tope. El zopilote rey hace una importante labor de limpieza del ambiente, por lo que evita la dispersión de enfermedades propiciadas por los cadáveres de otros animales.
Las principales amenazas para estas especies son principalmente la pérdida de las selvas y la persecución directa. Alan Monroy dijo que está comprobado que la cacería de individuos de estas especies puede mermar las poblaciones, antes de que su hábitat desaparezca. También les afecta la disminución o extinción de sus presas, el cambio climático y los pesticidas.
Algunas acciones para emprender su conservación, indicó Monroy Ojeda, pueden ser: extender la cobertura de Áreas Naturales Protegidas; fomentar el aviturismo (avistamiento de aves) como una actividad económica compatible con la conservación de la selva y el desarrollo comunitario; la agricultura sintrópica (técnica que integra bosque y cultivos); la ganadería regenerativa y el uso eficiente de la biodiversidad sin destruir las selvas.
“El principal reto para los gobiernos y la comunidad es buscar otros indicadores de desarrollo económico, para dejar de medirlo a través de la economía, sólo considerando el Producto Interno Bruto y otros valores económicos”, finalizó.
El comité tutorial de la tesis estuvo integrado por: Jorge Gómez Díaz, investigador del Instituto de Investigaciones Biológicas de la UV, y Angelina Ruiz Sánchez, profesora de la Facultad de Biología de esta casa de estudios.
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