Ciencia

Frankenstein ha dejado su legado en la ciencia

  • “Toda actividad científica debe pasar por un rigor ético desarrollado por los propios investigadores”: Víctor Loyola 

 

Víctor Loyola dictó conferencia a estudiantes y profesores universitarios

 

Paola Cortés Pérez 

18/03/19, Xalapa, Ver.- Víctor Manuel Loyola Vargas, miembro del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), expresó que la novela de Mary Shelley, Frankenstein o El moderno Prometeo, no sólo ha influido a la literatura, cultura y filosofía, también ha dejado un legado en la ciencia, al impartir la conferencia “Frankenstein. His philosophical, cultural and scientific legacy”. 

La charla se llevó a cabo la tarde del martes 12 de marzo en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), a manera de clausura del Primer Congreso Nacional Estudiantil de Bioquímica y Biología Molecular “Dra. Yolanda Cocotle Ronzón”, organizado por la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV). 

El investigador nacional emérito y miembro de la Academia Mexicana de las Ciencias centró su conferencia en el libro Frankenstein o El moderno Prometeo, que el año pasado cumplió 200 años de su publicación, ya que consideró que ha tiene un legado importante en el área de la ciencia y la tecnología. 

Recordó que Mary Shelley publicó su novela cuando tenía 20 años, “sólo ella pudo haberla narrado, fue una mujer muy culta, asistía a las exhibiciones del uso de la electricidad para mover cadáveres, conocía todo sobre la electricidad y su uso”. 

Mencionó que Frankenstein tiene claramente influencia del libro de Génesis de la Biblia; La Tempestad, El Rey Lear y Una noche de verano, de William Shakespeare, y del poema El paraíso perdido, de John Milton. 

Esta novela, dijo, ha dejado su legado en la cultura, la literatura, la cultura y la filosofía, pero también ha influido a la ciencia: vivimos en la era de la tecnología sintética, del desarrollo robótico, de la inteligencia artificial y de la medicina regenerativa. Y el año pasado, por primera vez, se clonaron monos. 

“En la novela se habla de los trasplantes y ahora son una realidad, en 1974 aparecieron los primeros organismos genéticamente modificados, y sobre todo vuelve a poner en la mesa las preguntas: ¿Qué es la vida? ¿Qué es el ser humano? ¿Cómo se define a un ser humano?” 

Destacó que la novela versa sobre las consecuencias del conocimiento, por lo que los científicos –opinó– deben tener presente y entender lo que significa la responsabilidad. 

“Tenemos que estar conscientes de lo que hacemos y ser responsables de nuestro trabajo, de los daños colaterales que tendrán nuestras investigaciones, ya hemos visto lo que sucedió con la dinamita y la bomba atómica.” 

Así que, mencionó, toda actividad científica debe pasar por un rigor ético que debe ser desarrollado por los propios científicos, quienes deben crear las barreras éticas y no los gobiernos porque ellos confunden la moral con la ética. 

“Debemos inculcar a nuestros estudiantes la ética del laboratorio, porque lamentablemente la norma económica es la que rige en la ciencia y la tecnología, eso se ve claramente en Estados Unidos donde se reglamenta lo que les conviene para bloquear la investigación generada en otros países.” 

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