- El perfil patológico entre mayores de 60 años es determinado por las diferencias sociales y la capacidad de adquisición
- Veracruz, Guerrero y Oaxaca son las entidades con mayor prevalencia de incapacidad entre adultos mayores
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: Omar Portilla Palacios
20/10/2022, Xalapa, Ver.- La jornada inaugural del XVII Seminario Anual de Antropología del Envejecimiento y Vejez “La situación ocupacional, sus condiciones alimentarias y el apoyo de sus redes sociales”, organizado por el Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV), contó con la participaron de especialistas en asuntos de senilidad y la problemática social que ello representa.
Roberto Zenteno Cuevas, director del ISP, realizó la inauguración formal del evento. Enseguida, Anayeli García Hernández, coordinadora estatal del Programa de Atención a la Salud del Adulto Mayor, mencionó que el objetivo del seminario anual y del primer conversatorio es provocar acciones concretas para mejorar la situación de los adultos mayores, así como construir rutas de solidaridad para enfrentar estos desafíos.
Andrés Méndez Palacios Macedo, del Programa de Antropología Médica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hizo hincapié en que la capacidad económica de las personas incide directamente en la posibilidad de conseguir los nutrientes requeridos y refirió las diferencias existentes entre consumidores de carne, así como legumbres y frutas entre las ciudades y en el sector rural.
Según cifras de 2018, el perfil patológico indica que en hombres y mujeres hay: hipertensión en 37 y 52%, diabetes en 22 y 27%, obesidad en 22.7 y 31%, respectivamente; entre el 60 y 80% de la población presenta una enfermedad metabólica, cifras relacionadas directamente con un patrón de consumo diferenciado.
Godeleva Rosa Ortiz Viveros, investigadora del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UV y líder del Cuerpo Académico (CA) Psicología, Salud y Sociedad, comentó en torno de la pérdida de estabilidad y tranquilidad cuando se alcanza la edad adulta: “Somos una carga para el país, al distraer en pensiones los recursos que pueden aplicarse a otras cosas, pero no se toma en cuenta que se nos descontó un porcentaje del salario durante toda la vida laboral, los viejos fortalecimos la economía y la productividad”.
Omar Yaxmehen Bello, del Instituto Nacional de Geriatría, mostró los índices de discapacidad detectados por esta instancia: el 17.9% de adultos mayores de 60 años presenta algún nivel de discapacidad, lo cual es mayormente notorio en los estados de Oaxaca, Guerrero y Veracruz; existe una prevalencia de discapacidad de hasta 20% en adultos y cerca de 11% de los mayores de 50 años muestra alteraciones en el desempeño de actividades tan sencillas como comer o bañarse.
El adulto mayor Valentín Antonio Niembro Domínguez se refirió a la fuerza de trabajo que se requiere para la producción de alimentos y prestación de servicios. “Un cúmulo de absurdos determina límites insostenibles para muchas cosas: comemos cuando y donde se puede, se nos somete a una actividad laboral que impide la adecuada nutrición, se interrumpe la interacción que incida en una mejor producción alimentaria y que no garantiza la renovabilidad de los ciclos naturales, que marchan de la mano con la presencia de quien orquesta todo esto: el campesino”.