- Aunque Latinoamérica no sea foco principal, es necesaria la continuidad en investigaciones, dijo Cuauhtémoc Licona, director del Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey
- “Necesitamos desarrollar elementos de diagnóstico eficientes, rápidos y baratos”, aseveró
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: Luis Fernando Fernández
05/12/2023, Xalapa, Ver.- Cuauhtémoc Licona Cassani, director del Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey, expuso la importancia de la investigación sobre la tuberculosis, su control y las áreas de oportunidad que nos permitan comprender de mejor forma su epidemiología.
El investigador ofreció la conferencia virtual “Innovaciones en la epidemiología genómica de Mycobacterium tuberculosis: perspectivas y metodologías emergentes”, organizada por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV).
Lamentablemente se trata de un mal cuyo registro no es preciso, dado que afecta a regiones y países en condiciones de marginación, pero las cifras históricas nos hacen considerarla como una de las enfermedades más relevantes para el sistema de salud pública mundial.
De acuerdo con datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa más mortífera después de la COVID-19 y por delante del VIH y el sida.
Sin embargo, las eventualidades suelen convertirse en desastres, como ocurrió en Alemania hacia 1950, cuando un lote de vacunas inadecuadamente activadas provocó la muerte de un gran número de niños.
¿Cuáles son las herramientas moleculares que utilizamos y se aplican en salud para combatir el mal?, planteó para enfatizar que “como comunidad científica debemos cumplir y entender su distribución, y a partir de ello comprender su empleo. Es muy importante saber muestrear, rastrear e identificar”.
Los patógenos microbianos muestran tendencia a la adaptación; “entonces, es elemental conocer al que genera la tuberculosis en determinada región, para tener a la mano la matriz de su información genética”.
Dijo que una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionadas con la salud, plantea erradicar esta enfermedad para el 2030; para ello se necesita hacer un uso eficiente de los recursos, y que las decisiones políticas al respecto sean objetivas, pues son muchas vidas las que se arriesgan al no tener una acción adecuada sobre la investigación. De ahí la importancia de “desarrollar elementos de diagnóstico que sean eficientes, rápidos y baratos”.