- El 7 de septiembre se celebra el Día Nacional de esta especie en México
- Desde hace 25 años, la UV trabaja con el proyecto “Conservación y recuperación del manatí en el Sistema Lagunar de Alvarado”
Carlos Hugo Hermida Rosales
06/09/2021, Xalapa, Ver.- La cacería furtiva, contaminación y destrucción de sus hábitats, así como los golpes de las hélices de las propelas de diversas embarcaciones, amenazan la vida del manatí, destacó Blanca Cortina Julio, investigadora de la Universidad Veracruzana (UV) y experta en este mamífero acuático y herbívoro.
A propósito del Día Nacional del Manatí, que desde 1999 se celebra cada 7 de septiembre, la integrante del Instituto de Investigaciones Biológicas de esta casa de estudios, explicó que una de las características de estos animales es su lenta reproducción; las hembras tardan 12 meses en gestar a sus crías, les amamantan entre uno y dos años y, en general, viven juntas de dos a cinco años.
Esta interdependencia es crucial para que sobrevivan, y cuando ello sucede y –además– logran sortear las amenazas antes citadas, los manatíes pueden llegar a vivir cerca de 60 años.
De ahí la importancia de proyectos como el de “Conservación y recuperación del manatí en el Sistema Lagunar de Alvarado”, desarrollado por la UV desde hace 25 años en este lugar y en el que diversas generaciones de estudiantes e investigadores han trabajado con pobladores de la región, recuperando sus saberes e incentivándolos a adoptar nuevas prácticas con esta especie en peligro de extinción.
Cortina Julio destacó que el manatí es un animal protector de los lugares que habita. Se alimenta de mangle, pastos marinos, algas y lirios, por lo que es un excelente reciclador de nutrientes y abona distintas especies de flora que crecen en los humedales.
Además de ello, esta especie indica la salud del entorno en donde vive, pues cuando enferma o muere es muestra de que algo se encuentra mal en la zona.
La bióloga relató que en las culturas mesoamericanas el manatí era considerado la sirena de los humedales, aunque desgraciadamente era cazado y su carne considerada de excelente sabor.
En México este mamífero habita en los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Veracruz. En entidades de otros países en los que habita, como Florida en Estados Unidos, no son cazados, pero sí hay mucha mortandad debido a las colisiones con las embarcaciones.
Mucho trabajo por hacer
Blanca Cortina enfatizó que en México aún falta mucho trabajo para proteger al manatí, y comentó que ante ello un grupo de investigadores de diversos centros e instituciones de educación superior formaron el Comité Técnico Consultivo para la Conservación y Manejo del Manatí en México.
Este organismo, en el que la UV tiene presencia, trabaja en los estados donde habita esta especie, sensibilizan y brindan educación ambiental a personas de las comunidades locales.
La investigadora compartió que en el estado de Veracruz habitan manatíes en el río Coatzacoalcos, en la cuenca del Papaloapan y en el Sistema Lagunar de Alvarado, entre otros lugares.
Es en esta última área en donde la UV realiza el proyecto “Conservación y recuperación del manatí en el Sistema Lagunar de Alvarado”.
Gracias a ello, habitantes de localidades de la región como Nacaxtle, Pajarillo y Costa de San Juan que antes cazaban la especie, comenzaron a entender su importancia ecológica y ahora la protegen.
Estas acciones han logrado que las poblaciones de manatíes en la región crezcan, y los lugareños cada vez ven a más grupos de estos animales reproduciéndose y alimentándose, así como a madres con sus crías.
El éxito de este proyecto, agregó Cortina, se basó en que al trabajar con pobladores de las localidades mencionadas también aprovecharon el conocimiento que ellos tienen sobre el manatí, cuyos hábitos conocen en gran medida debido al contacto que tienen con este herbívoro.
“Los habitantes de la región saben identificar cuando hay manatíes cerca, conocen a la perfección las zonas de pastos acuáticos donde se alimentan”, enfatizó.
Destacó que pobladores de localidades aledañas al Sistema Lagunar de Alvarado formaron un grupo local para la conservación del manatí, que cuenta con el apoyo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Ellos son los encargados de avisar a las autoridades gubernamentales o al personal de la UV cuando existe algún manatí varado o herido, para que se le brinde la atención necesaria.
La bióloga compartió que actualmente, a través del IIB, se trabaja con un proyecto de tesis que busca desarrollar un centro de rehabilitación para la conservación de manatíes en el humedal de Alvarado, lo que sería un avance fundamental para la preservación de la especie.
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