- Los resultados permiten definir a las personas que podrían estar en riesgo, así como las estrategias en prevención y atención
- Hoy se estima que de tres a cuatro millones de personas tienen dicho padecimiento
Paola Cortés Pérez
17/06/2024, Xalapa, Ver.- Emilio Joaquín Córdova Alarcón, investigador del Laboratorio de Oncogenómica del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMG), dijo que es necesario desarrollar investigación sobre las variantes genéticas de la leucemia mieloide crónica (LMC), para detectar a las personas que podrían estar en riesgo de desarrollarla, así como las estrategias de prevención y atención.
Lo anterior, al impartir la conferencia “La medicina de precisión en la leucemia mieloide crónica” en el marco del 2º Simposio de Inmunogenética e Investigación, organizado por Carlos Arturo Gallardo Hernández, docente de la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV).
El especialista del INMG advirtió que cada año el número de personas diagnosticadas no disminuye. En 2016 se tenía un registro de aproximadamente un millón y medio de personas que convivían con la LMC; hoy, se estima que hay de tres a cuatro millones de personas que tienen este padecimiento.
Con respecto a los factores de riesgo relacionados, mencionó que a nivel ambiental está la radiación ionizante a muy alto nivel, así como aquellos relacionados con el tabaco; a nivel genético, se encuentra la presencia de proteína BCR.
El conferencista compartió pormenores y algunos resultados de los proyectos de investigación sobre la variación genética en casos de LMC, así como de la selección de esquema terapéutico de segunda línea y del perfil genómico en la remisión del tratamiento.
“Nos enfocamos en la parte de la investigación de la caracterización de la estructura molecular de la LMC, por ejemplo, qué marcadores están identificados con el progreso de la enfermedad, pero nos importa mucho la aplicación clínica de los hallazgos.”
La identificación de los biomarcadores está en etapa de experimentación, los cuales permiten seleccionar qué pacientes responden positivamente al tratamiento y descontinuar la terapia, para encaminarse hacia una medicina personalizada, detalló.
“Con esto sabremos qué tipo de fármaco le servirá mejor al paciente y con menores efectos secundarios; identificar en individuos sanos los marcadores que pueden desarrollar LMC; si puede retirarse o no el tratamiento a un enfermo que ha tenido una buena respuesta, lo que implicaría un ahorro económico para las familias y las instituciones de salud.”
En algunos hospitales de la Ciudad de México y estatales han ofrecido asesoramiento molecular para la toma de decisión respecto al tratamiento a aplicar; esto es, si el paciente tiene una mutación por su resistencia a alguno de los medicamentos, tendrá que aplicarse algún otro con base en guías internacionales y resultado del trabajo colaborativo.
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