- Inició el curso “Bioarqueología y antropología forense: metodologías básicas”, del Instituto de Antropología de la UV
Karina de la Paz Reyes Díaz
29/04/2022, Xalapa, Ver.- Con un recorrido por el desarrollo de la bioarqueología en el país, a cargo de Lourdes Márquez Morfín, profesora-investigadora Emérita del Posgrado en Antropología Física de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), inició el curso “Bioarqueología y antropología forense: metodologías básicas”, que imparte el Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (IAUV), con aval de Educación Continua de la propia institución.
“La bioarqueología reconstruye la vida a través de la muerte”, explicó la destacada especialista en el área y quien ha realizado la exploración de entierros en diversas zonas arqueológicas del país –Monte Albán, Dzibanché, Coba, Comalcalco, Cerro de la Estrella, entre otros–.
La inauguración de los trabajos fue el 28 de abril y estuvo a cargo de Yamile Lira López, directora del IAUV, y la coordinadora del curso, Margarita Meza Manzanilla; también estuvieron presentes integrantes del Comité Estatal de Búsqueda Veracruz, quienes el sábado 30 de abril desarrollarán el panel “Interdisciplinariedad de las ciencias en la búsqueda forense”.
Enseguida, se desarrolló la conferencia magistral de Márquez Morfín, “Desarrollo de la Bioarqueología en México”; se trató de una suerte de recorrido histórico, desde cómo surgió esta disciplina en el país, hasta su transformación en la actualidad.
La disertación implicó la presentación de una serie de publicaciones, investigaciones, personalidades y sitios arqueológicos en los que se han realizado estudios de esa índole, desde 1974 hasta fechas muy recientes.
Una de sus menciones fue el trabajo “La población de Monte Albán a través de sus restos óseos”; una conjugación de investigaciones del arqueólogo Ernesto González y suyas, a través de la cual reconstruyeron qué pasaba con esa gente, quiénes eran, de dónde llegaban ahí, cómo morían; incluso, cómo se casaban, de qué se enfermaban y si lo hacían por igual o había una distinción dependiendo del grupo social.
Se trató de una labor en la que se combinó la unidad doméstica con el estudio de la gente, lo que les permitió hacer la identificación de la estructura social.
Explicó que mientras la estructura tradicional de los estudios prehispánicos dice que hay tres clases: alta (gobernante), media (artesanos y comerciantes) y baja (campesinos, pescadores, jornaleros), los etnohistóricos citan dos: nobles y comunes. Además, el registro arqueológico muestra que no hay una división clara sino un continuo.
En cambio, expuso, “nuestro enfoque pretende evaluar el grado de desigualdad social y no la identificación de las clases sociales (tipología)”.
Por citar sólo un ejemplo: la actividad que hacían fue posible inferirla a través del análisis osteológico, robustez, inserciones musculares u osteofitosis (condición que se produce debido a la degeneración de la columna vertebral o las articulaciones).
Entre las actividades pueden citarse: las labores de cargas pesadas que hacían, la subida frecuente a laderas, quienes estaban en determinada posición por mucho tiempo, ya sea tejiendo o moliendo maíz, entre otras.
El curso se desarrollará del 28 de abril al 24 de mayo en sesiones cerradas para las personas inscritas, no obstante, la primera actividad fue abierta para todo el público interesado en el tema, por ello se transmitió por el Facebook Live del IAUV, donde puede apreciarse a detalle: https://www.facebook.com/2267638416850748/videos/511021617335994
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