- El tallerista de son jarocho afirmó que este género musical es una excelente herramienta para crear comunidad
Texto y fotos: Carlos Hugo Hermida Rosales
14/01/2023, Xalapa, Ver.- “La principal función del arte es elevar el espíritu humano, y el son jarocho es una excelente manifestación artística que dignifica a las personas”, declaró Bruno de la Cuenca, promotor y tallerista, dentro del 2º Coloquio “El son jarocho y el intercambio de saberes” organizado por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) y la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).
Al impartir la ponencia “El son jarocho como herramienta para dignificación de la vida de las personas”, afirmó que la jarana representó para él “un pequeño salvavidas que le impidió ahogarse en el mar de la vida”.
De la Cuenca mencionó que a lo largo de su trayectoria como maestro de son jarocho ha comprobado que los niños a los que enseña superan muchos tipos de limitaciones y se olvidan de problemas familiares, ya que interpretar música les permite expresar sus emociones.
Aseguró que este género musical es una herramienta valiosa para crear comunidad, unir a las personas y dejar atrás falsas etiquetas.
Al subir al escenario y tocar melodías los niños ignoran las diferencias que existen entre ellos y se enfocan en trabajar por un objetivo común y un resultado: brindar un espectáculo al público.
Incluso los pequeños que tienen alguna discapacidad se transforman al interpretar las canciones de son jarocho, debido al carácter alegre, revitalizante y jovial del género musical.
Bruno de la Cuenca compartió que una de sus mayores satisfacciones como promotor y organizador de presentaciones infantiles de son ha sido ver que en ocasiones representan el encuentro entre dos mundos: el de chicos urbanos con niños de comunidades rurales, quienes conviven en total armonía.
Manifestó que su intención como tallerista no es crear músicos profesionales, sino adultos responsables que se manejen con rectitud por la vida.
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