- Esther Hernández Palacios, Magali Velasco Vargas y Leticia Cufré desarrollaron la primera mesa del IV Coloquio Internacional Discurso(s) en Frontera(s)
Karina de la Paz Reyes
16/10/2017, Xalapa, Ver.- La escritura es el puente que permitió a Esther Hernández Palacios conectarse con la vida, tras el asesinato de su hija Irene Méndez. “Tenía que escribir, era lo único que podía hacer para no morirme. Si me quedaba callada, me moría”. Para ella, la palabra es la única manera de vencer el olvido.
La profesora de la Facultad de Letras Españolas e investigadora del Instituto de Investigaciones Lingüístico Literarias de la UV, así como coordinadora de la Unidad de Género, participó en la Mesa 1 “El dolor en Veracruz” del IV Coloquio Internacional Discurso(s) en Frontera(s) “Fronteras de la memoria: lenguajes del dolor y trauma en México en el siglo XXI”, el miércoles 11 de octubre, y su tema fue “Diario de una madre mutilada”.
La obra México 2010 Diario de una madre mutilada, Premio Bellas Artes de Testimonio “Carlos Montemayor” 2011, nació con la intención de mantener viva la memoria de su hija y vencer el olvido de aquel trágico suceso que sacudió a la sociedad xalapeña.
Tras dar pormenores de cómo sucedieron los hechos, citó: “La palabra nos une y nos supera, nos hermana y nos sobrevive, porque con ella hemos surcado los mares, representado paraísos y construido refugios ancestrales”.
Para ella, relatar lo sucedido en junio de 2010 en un “diario catártico” fue la tabla de salvación que le permitió seguir y subrayó: “El diario fue el puente que me volvió a conectar con la vida. Escuchaba desde mi interior que tal vez para ese momento me había estado preparando desde años atrás en mi relación con la literatura.
”Es cierto que para ese momento había escrito varios centenares de páginas de crítica de historiografía literaria, algunas decenas más de narrativa para niños y otras menos cuantiosas de balbuceos poéticos; mi temor al fracaso, mi exigencia de calidad que había reprimido mi impulso creativo, todo se desvaneció frente al dolor y el estado excepcional me impedía tomar el papel y la pluma, literalmente hablando, como armas frente a la impunidad.”
En la Mesa 1 de este coloquio también participó Magali Velasco, académica de la Facultad de Letras Españolas, quien habló de “Necronarrativas”; explicó que tal concepto es un ejercicio discursivo periodístico, testimonial de memoria histórica, artístico y también de ficción que aborda los eventos de miedo, dolor y muerte en la escena nacional, en el marco de la llamada guerra contra el narcotráfico, que inició el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa en 2006.
“Los espacios discursivos son hermenéuticamente habitados por necronarrativas y un lenguaje necesario para la preservación de la memoria.”
Leticia Cufré Marchetto, investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV, participó con el tema “Retraumatización”. La mesa fue moderada por la historiadora del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, Guadalupe Vargas Montero.
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