- El 2 de noviembre presentaron un arreglo de la canción popular mexicana La Llorona
Karina de la Paz Reyes Díaz
03/11/2021, Xalapa, Ver.- Un ensamble de flautas transversas integrado por niños del Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI) de Xalapa, adscrito a la Universidad Veracruzana (UV), así como de instituciones de Canadá y Venezuela, se consolida. Su más reciente producción es un arreglo de La Llorona, que puede apreciarse en la plataforma de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=CXoT-u-Xwzk.
La virtualidad de la enseñanza-aprendizaje, en atención a las medidas sanitarias por la pandemia por la Covid-19, condujo a que desde 2020 profesoras buscaran actividades para motivar a los estudiantes y que éstos no dejaran de tocar.
El ensamble de flautas transversas es uno de los resultados y de él compartió la profesora del CIMI-Xalapa, Samadhi Méndez Suárez, quien junto con María Alejandra Jiménez, del Conservatorio “Simón Bolívar”, en Venezuela, y Alheli Pimienta, creadora del programa internacional “Flute Sprint”, con sede en Canadá, han organizado ya varias actividades (de ello ha dado puntual seguimiento Universo. Sistema de noticias de la UV: https://www.uv.mx/prensa/banner/un-exito-jornadas-flautisticas-organizadas-por-el-cimi-de-la-uv/).
“Tanto ellas como yo somos inquietas y siempre estamos buscando actividades nuevas para motivar a nuestros alumnos”, compartió la académica de flauta transversa del CIMI-Xalapa.
El proyecto más reciente se estrenó el 2 de noviembre. Se trata del video de un arreglo de La Llorona, en el que participan nueve niños: dos de Canadá, tres de Venezuela y el resto de distintas maestras de flauta transversa del CIMI-Xalapa.
El arreglo y quien está encargado de la mezcla de audio es Gonzalo Ortiz Delgado, chileno de nacionalidad y con residencia en Marruecos; también colabora Alfredo Escobar Moreno, violonchelista de fila en la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) y maestro en el CIMI-Xalapa. Además, el video cuenta con imágenes de la artista plástica Gabriela Peralta.
El ensamble ya busca cómo nombrarse, a la par de que ensaya su próxima presentación, que será en diciembre. Se tratará de una pieza propia de esa temporada, Niño lindo, aguinaldo venezolano, una suerte de villancico mexicano. Así, van más allá de lo musical y generan una ida y vuelta de la cultura y tradiciones de cada país.
¡Me encantó tocar con niños de otros países!
Este trabajo no sólo ha motivado al estudiantado en términos de técnica musical, intención primera de las maestras, sino en el aspecto cultural. De ello da cuenta Diego Cordero, originario de Venezuela y que dicho sea de paso tiene 12 años, se inició en la flauta a los ocho siguiendo a su abuelo (un conocido flautista de su país, Armando Cordero) y fue recientemente admitido en el Conservatorio “Simón Bolívar”, en Caracas.
En entrevista por videollamada, expresó su alegría por ser parte del ensamble y especificó que en el arreglo recién estrenado toca primera flauta.
“Me gusta escuchar a los otros niños, su progreso, su experiencia con la flauta. Además, he estado viendo un poco sobre La Llorona, tengo entendido que es una canción mexicana muy popular, leí que venía de la región de Tehuantepec y que no hay una sola versión sino muchas”, dijo emocionado.
“¡Me encantó tocar con otros niños de otros países!, ¡Me encantó la pieza!”, añadió gustoso el niño venezolano.
Mariana Santiago Martínez, de 11 años de edad, estudiante de flauta transversa con la maestra Erika Ríos y de Ensamble de Flautas con Samadhi Méndez, ambas académicas del CIMI-Xalapa de la UV, también toca primera flauta en este arreglo de La Llorona.
Coincidió con su colega en sentirse contenta por participar en esta propuesta y por la convivencia que ha generado esta iniciativa de sus maestras.
“¡Me pareció bastante bonito!”, compartió también emocionada y opinó que se trata de una oportunidad para convivir con músicos de otros países y vivir nuevas experiencias.
“En la primera clase andaba un poquito nerviosa por conocerlos, finalmente me presenté. Me gustó mucho escuchar cómo los niños de otros países tocaban la flauta, me pareció fascinante. Realmente no había escuchado muchos niños tocar flauta, excepto en el Coro de Flautas, cuando estábamos en vivo.”
Mariana y Santiago expresaron que si bien la virtualidad ha significado una ventaja, al permitirles tocar en un ensamble desde diferentes países, también tiene sus desventajas, como el no apreciar nítidamente al colega con el que se comparte escena.
“Lo malo es que no puedo apreciar tanto cómo tocan porque es virtual y no se escucha bien, y algunos tienen problemas de Internet. Aun así, me gustó mucho la idea”, dijo Mariana, quien también es parte de una familia de músicos.
La niña xalapeña invitó a la comunidad UV y público en general a apreciar el video de La Llorona: “Además de que compartimos una parte, muy pequeña, de nuestra cultura, sí me gustaría mucho que la escucharan otras personas porque es un esfuerzo no sólo mío, sino de los demás niños; y hay muchas cosas detrás: la pista, el arreglo. Me gustaría mucho que la escucharan”.
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