- Más de 70 estudiantes de la UV crearon materiales didácticos, campañas publicitarias e intervenciones artísticas que beneficiarán a la población infantil de El Conejo, municipio de Perote
- Elia Beltrán Coronel manifestó que desea fortalecer la vinculación con la FAP, para “llevar arte a las comunidades” de la entidad
Karina de la Paz Reyes Díaz
08/06/19, Xalapa, Ver.- Estudiantes de la Facultad de Artes Plásticas (FAP) de la Universidad Veracruzana (UV) diseñaron una serie de materiales didácticos para la Escuela Primaria “Carlos A. Carrillo” de El Conejo, municipio de Perote, cuya finalidad es estimular el estudio de una carrera profesional o aprender un oficio, practicar la higiene personal, estimular la psicomotricidad fina y sensibilizarlos sobre las artes visuales, sólo por citar algunos de los propósitos.
Se trata del proyecto INTERNACIONALIZaRTE, diseñado por el cuerpo académico (CA) Arte y Transdisciplina de la FAP, en colaboración con el Voluntariado UV y la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI). La propuesta contó en todo momento con el apoyo de la Coordinación Universitaria de Atención Estudiantil, a cargo de Juan Capetillo Hernández.
En INTERNACIONaLIZARTE participaron 70 estudiantes que lograron 14 propuestas de muy diversa índole, cuya finalidad es proveer de material didáctico, información y recursos humanos en beneficio de la población estudiantil de la primaria de la comunidad, es decir, alrededor de 200 niños.
La presentación de los trabajos finales será el 18 de junio en El Jardín de las Esculturas y está dividida en dos etapas: de 16:30 a 18:45 horas se desarrollará el Foro Internacional de Estudiantes, y a las 19:00 será la inauguración de la Exposición de los Proyectos.
Ésta es la octava edición de proyectos que ese CA de la FAP-UV emprende en el sentido de vincular a los estudiantes con el entorno social, algunos antecedentes son: EMPATIaRTE: Artes & Salud; SALUDaRTE: Año Internacional del Turismo Inclusivo; BIOCULTURaRTE Takgalhchiwinamana y HABITaRTE–Intertextualizando con la cultura.
José Cuauhtémoc Méndez López, responsable del CA, destacó que el objetivo general del proyecto es profesionalizar las artes, pero con propuestas de impacto social. La primera fase consistió en dos prácticas de campo; en una conocieron el sitio y conversaron con la población infantil, maestros, entre otras personas, para conocer las problemáticas y situación de la comunidad; en la otra, regresaron para la presentación de las propuestas de proyectos. Lo siguiente es el evento académico y expositivo que se desarrollará en El Jardín de las Esculturas.
El académico expresó agradecimiento a las autoridades universitarias por el apoyo brindado, pero hizo una mención especial hacia los estudiantes, quienes trabajaron alrededor de 220 horas por proyecto, lo cual rebasa por mucho el tiempo que normalmente se le dedica a una experiencia educativa. “Se dice fácil, el semestre es muy corto y sin embargo dedicaron mucho tiempo a los proyectos”.
El académico Javier Petrilli Rincón añadió que con estas experiencias han notado que los estudiantes generan una responsabilidad que los hace ver su profesión con compromiso.
“Nosotros creemos y estamos convencidos que cuando sacamos a los estudiantes a espacios reales los sensibilizamos, los posibilitamos de otros medios como la gestión y el saber vincularse con el entorno, cómo convivir con otros, el trabajo colaborativo. Hace que tengan una visión completamente enriquecedora y un camino para irse transformando dentro de su profesión. Como académico, esto me ha significado mucho”, dijo el también integrante del CA.
La titular del Voluntariado de la UV, Elia Beltrán Coronel, comentó que esta propuesta nació con la inquietud de llevar a la población infantil de El Conejo juegos didácticos con los cuales pudieran aprender y divertirse a la vez; por ello, se acercaron a los académicos de la FAP y la respuesta fue favorable e inmediata.
“El Voluntariado de la UV está satisfecho y sorprendido por la creatividad y calidad de los trabajos que hicieron los jóvenes y vamos a apoyar económicamente para la realización de estos juegos que, después de exponerlos en El Jardín de las Esculturas, serán llevados a la Casa UV de El Conejo, para que los niños los aprovechen.”
A Beltrán Coronel no deja de sorprenderle la riqueza que la UV tiene en todas las áreas académicas, pues siempre que trabajan en colaboración con éstas “se superan las expectativas”. Asimismo, deseó que no sea la única vinculación con la FAP, sino el inicio, cuya finalidad es “llevar arte a las comunidades” de la entidad.
Adriana Bernal Gómez, del Voluntariado de la UV, añadió: “Los estudiantes notaron toda la problemática que hay en la comunidad y sobre eso desarrollaron sus proyectos, con la idea de aportar una gran parte de su talento para enfrentar las dificultades existentes. Lo sorprendente es que a los niños les ha gustado tanto que han preguntado cuándo va a llegar este beneficio, además implicó adentrarlos en un mundo que desconocían (y me incluyo): las artes”.
Para Bernal Gómez fue sorprendente el talento de los estudiantes, “no por nada es tan reconocida la FAP a nivel nacional e internacional; los jóvenes universitarios entendieron la problemática que hay en la comunidad y lo demostraron con los trabajos que presentaron, eso fue lo increíble para nosotros”.
Nadia García González, encargada de la difusión en la Coordinación de Programas y Servicios de la DGRI, expuso que ocho estudiantes extranjeros que realizan una movilidad estudiantil en la UV se sumaron a este proyecto. La intención fue que se integraran y conocieran cuáles son las actividades que hacen los estudiantes de la UV en zonas rurales, como El Conejo.
Los problemas y las propuestas
En los dos proyectos mencionados por García González también están estudiantes de Colombia –principalmente–, Ecuador, Nicaragua, cuyas disciplinas de estudio son variadas: odontología, enfermería, literatura e ingenierías.
El primero lleva por nombre “Doctor muelitas”, en él participan estudiantes de los tres países mencionados, y consiste en crear el hábito de la higiene bucal en los niños del ciclo escolar Agosto 2019-Julio 2020.
El otro es “Prevención del embarazo en adolescentes”, emprendido por colombianos, cuya finalidad es generar consciencia e impacto sobre temas relacionados con la sexualidad y la prevención del embarazo en la Escuela Primaria “Carlos A. Carrillo”, a través de medios visuales.
Por su parte, los estudiantes Carlos Castro Romero y Oscar Flores Quesada hablaron de su propuesta, “Conoce Conejo”, que consiste en un polidíptico que por un lado sirve como información turística y destaca los paisajes que ahí se aprecian, y por otro, visibiliza la situación en que vive la infancia, con la intención de que visiten el lugar y contribuyan a la economía local.
Cohinta Luna Zavaleta, Ivonne Palomino Viveros y Ana Doris Vázquez Ixtla hablaron de “Humanitos”, material didáctico cuya intención es brindar herramientas para que los estudiantes de tercero y cuarto de primaria aprendan a reconocer las diferencias entre un oficio y una profesión, así como las actividades que se realizan cada uno, con la finalidad de estimularlos para que aspiren a estudiar una carrera profesional.
El juego contempla ocho oficios y ocho profesiones, entre ellos panadero, carpintero, zapatero, bombero y policía, así como abogado, arquitecto, maestro, científico, economista y artista plástico, respectivamente.
“En la visita que hicimos a El Conejo nos dimos cuenta de que no tienen mucha idea de los oficios y profesiones; incluso sus maestras nos comentaron que en una ocasión que les preguntó ‘¿Qué quieren ser de grandes?’, un niño le contestó que narco; por eso nosotras nos quisimos enfocar en esa problemática”, relataron.
Por su parte, el “Proyecto 480” es una campaña publicitaria cuya intención es promover el interés en los estudiantes de la UV para realizar el servicio social (SS) en El Conejo. María Fernanda López Contreras y Carmen Oliva Hernández explicaron que el nombre alude a las 480 horas de SS que todo estudiante UV debe cumplir.
Comentaron que esto surgió porque en la primera visita que hicieron a El Conejo, platicando con los chicos que hacen su SS ahí, supieron que son muchos los problemas que deben resolver, pero pocas las personas que van a hacer su voluntariado allá. Por ello, la campaña está pensada para implementarse en facultades de las áreas académicas Ciencias de la Salud, Técnica, Artes y Humanidades, de la región Xalapa, y consta de cuatro carteles, así como proveer de información a través de redes sociales.
Alfredo Reyes Miranda y Cristina Domínguez hablaron de “Arte 360º”, un juguete didáctico que apoyará a las docentes de la primaria para generar reconocimientos significativos sobre algunas de las artes más destacadas; además de reforzar los conocimientos básicos de la teoría del color.
En su primera visita a la comunidad se dieron cuenta que hacía falta material didáctico, que los niños sí llevaban como asignatura Artes y que tenía un gran interés y talento. Decidieron que era mejor que vieran las distintas profesiones o ramas de las bellas artes como danza, pintura, escultura, cine, para que ellos se puedan identificar.
Daniela Grimaldo del Moral y Yahali Naomi Pérez Baltazar hablaron de “Pickchild”, juego didáctico de mesa que busca reforzar el desarrollo cognitivo por medio del dibujo, basándose en formas, figuras y letras que promuevan las habilidades mentales de los niños.
Explicaron que es un método para apoyarlos, porque cuando fueron a visitar la comunidad observaron varias deficiencias en su aprendizaje y, sobre todo, que en ocasiones los métodos que se utilizan para enseñar resultan aburridos para los niños.
Gisela Martínez Limón habló de “La última y volteamos”, material didáctico creado bajo la idea de desarrollar la flexibilidad cognitiva y verbal en los niños. Es una lotería cuyas tarjetas contienen estados de la República (que incluye nombre y ciudad capital) por un lado, y por otro un objeto representativo del mismo.
“En la primera visita a El Conejo me sorprendí mucho porque llevábamos un contexto diferente y cuando vimos la situación nos dejó un aprendizaje pues no era como la planeábamos. Ayudar a los niños es una buena aportación.”
Un proyecto más es “Duburama”, el cual busca desarrollar la función cognitiva de los niños a través de la interacción de tarjetas que permiten identificar palabras e ilustraciones, características de los objetos, verduras, frutas y animales.
Flavia Anahí Rosas Cruz y Alejandra Idamis Hazz Ramos explicaron su interés en reforzar la lectura y escritura en la infancia de El Conejo. “Nosotros íbamos con un proyecto planeado, habíamos pensado en la educación de una escuela urbana y nos encontramos con que los niños llegan a sexto grado y aún no saben leer ni escribir, por lo tanto decidimos enfocar el proyecto a ese aprendizaje”.
Margarita García Salamanca, Ana Paola Cabrera Hurtado y Haruko Bel Gallardo hablaron de “Jugando limpio”, un rompecabezas que busca familiarizar el hábito de limpieza personal en los niños. “Decidimos hacer esto porque vimos que en la comunidad los niños no tienen hábitos de higiene y eso les crea problemas de salud. Nuestra intención es que empiecen a relacionar que la salud va de la mano con la higiene”, justificaron.
El proyecto “Alite” consiste en un juego interactivo diseñado para reforzar el razonamiento lógico, las habilidades sociales y la interiorización de los valores menos practicados por alumnos de la primaria.
Nelly Isabel Hernández Cruz y Aranza Rebolledo recordaron que en una charla con las maestras de la primaria, éstas les dijeron que uno de los problemas más identificados es que la población infantil conoce los valores y pueden definirlos, pero no los practica.
Por lo anterior, su juego es más una excusa para que ellos puedan practicar esos valores sin darse cuenta; por ejemplo, quisieron que no fuera fácil de armar para que se dieran cuenta de que necesitan la ayuda de sus compañeros, porque cuando empiezan a armarlo en conjunto es más fácil.
José Pablo Chán Suárez habló de “Cubo.Cimiento”, cuya intención es reforzar el conocimiento –como los pronombres, números, días de la semana y las estaciones del año–. El universitario comentó que también está enfocado a la motricidad fina.
“Nos dimos cuenta de que están en una situación muy precaria en muchos sentidos, y como seres humanos empáticos nos causó alarma –hasta cierto punto– porque nos preguntamos ‘¿Qué se está haciendo para ayudarlos, más allá de lo que nosotros podamos hacer con nuestras herramientas didácticas?’.”
El último de los proyectos lleva por título “Entre llanuras y remolinos”, se trata de una intervención artística de siete integrantes, cuya referencia son los koinoboris (banderas tradicionales japonesas). La propuesta es enfatizar las imágenes de la fauna de la zona y que con la acción del viento se genere un dinamismo visual.
Dunia Carrier Aranda y José Andrés Santiago destacaron que su proyecto contempla talleres creativos en la comunidad con la intención de integrarlos. “Queríamos que fuera algo con y para el pueblo y que ellos también puedan replicar más koinoboris o banderines”.
Para ellos, hacia allá tienen que ir encaminadas las producciones artísticas, es decir, descentralizar, ir más allá de las galerías, a la periferia, e interactuar con la sociedad.
Categorías: Cultura