- “Es una novela curiosa del colombiano ya que es su libro más dialogado, y contiene tramas fragmentadas en las que muchas situaciones ocurren simultáneamente”
Carlos Hugo Hermida Rosales
21/03/2021, Xalapa, Ver.– Juan Villoro Ruiz, escritor y periodista mexicano, aseguró que la novela La mala hora de Gabriel García Márquez fue para el colombiano una especie de “boxeo de sombra” que le sirvió de entrenamiento para llegar al combate definitivo que es la construcción de Macondo, pueblo ficticio en el que se desarrolla su obra maestra Cien años de soledad.
El escritor impartió el 17 de marzo la séptima sesión del curso “Gabriel García Márquez: de la crónica a la ficción”, organizado por la Universidad Veracruzana (UV), la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Fundación para las Letras Mexicanas, con apoyo de la Fundación Gabo.
Juan Villoro mencionó que La mala hora es una novela curiosa en la trayectoria de García Márquez por varias razones, entre las que se encuentran que es su libro más dialogado y que contiene tramas fragmentadas en las que muchas situaciones ocurren simultáneamente.
Un creador de aforismos como el escritor colombiano difícilmente incluye diálogos muy fluidos en sus obras, y que en La mala hora se da este caso, ya que se encuentra más apegada a un discurso cinematográfico.
En el libro El coronel no tiene quien le escriba el narrador conoce los pensamientos de los dos protagonistas, mientras que en La mala hora en cada pasaje existe un personaje cuyo sentir conocemos, lo que la convierte en una novela de exterioridad, hecho singular en su autor.
Destacó que pese a que cuando redactó La mala hora García Márquez ya era un consumado narrador en el aspecto anecdótico, la trama de esta novela es mínima y gira en torno a escritos anónimos que aparecen por todo un pueblo e infaman a las personas y denuncian su vida privada. Esta trama no se resuelve nunca, ya que durante todo el libro se ignora quién es el autor de esos escritos.
Juan Villoro enfatizó que en esta novela el autor pone a prueba su pluma con recursos diferentes a los que había utilizado en el pasado, y crea un clima agobiante y pegajoso, en el que el lector puede imaginar el sudor y las ropas pegadas al cuerpo, gracias al genial manejo de los cinco sentidos.
Esta obra también incluye elementos como la pobreza, el malestar y circunstancias relacionadas con la descomposición social y la inutilidad del poder.
“Al escribir La mala hora fue la primera vez que García Márquez tocó la figura de una persona que gobierna”, aseguró.
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