- La artista sudamericana se ha dedicado a investigar, rescatar y difundir las obras de mujeres compositoras de todo el mundo
- Expresó que siempre experimenta lo mismo cuando toca el piano, porque enfrentarse al público significa una entrega, sin importar el sitio
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Carlos Hermida y Luis Fernando Fernández
29/05/2023, Xalapa, Ver.- “Cuando tenía cuatro años, mientras me cargaba, Manuel de Falla y Matheu me hizo prometerle que algún día tocaría una de sus piezas; en aquel momento no imaginaba que ese amigo de mis padres era uno de los más grandes compositores españoles de todos los tiempos”, relató la pianista y musicóloga Lidia Guerberof Hahn, en su visita a la Universidad Veracruzana (UV).
Algunas décadas después cumplió esa promesa al interpretar uno de sus conciertos en el palacio de Chapultepec, así que viajó a Cádiz para visitar su sepultura y poder decirle: “Tío, ya lo hice”.
Lidia Guerberof Hahn clausuró con un recital el Foro Académico “Puentes y fronteras: migración, cultura y derechos humanos”, que se llevó a cabo dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) organizada por esta casa de estudios.
“Nací en Argentina y mis padres eran músicos, por lo que me sentaron al piano prácticamente por decreto familiar”, compartió.
Su llegada a México se dio en 1986, invitada por el Instituto Nacional de Bellas Artes para realizar una estancia de un par de años, que se terminó prolongando hasta la actualidad.
“El país que conocí a mi arribo era muy distinto al de hoy, con habitantes amables y tranquilos que me hicieron sentir muy bien pese a las diferencias culturales; ahora las personas siempre están nerviosas, y algunas incluso un poco agresivas”, mencionó.
La pianista comentó que a 10 días de su llegada se presentó en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica Nacional, y desde esa fecha guarda un cariño especial por el recinto, que considera sumamente hermoso y donde aún interpreta recitales en la Sala “Manuel M. Ponce”.
“No obstante, experimento lo mismo al tocar el piano en cualquier lugar, ya que enfrentarme al público significa una entrega, sin importar el sitio”, enfatizó.
Dentro de su trayectoria profesional, Lidia Guerberof se ha dedicado a investigar, rescatar y difundir las obras de mujeres compositoras de todo el mundo, tarea que inició al conocer a las músicas mexicanas Ana Lara y Graciela Agudelo.
“Entonces comencé a buscar y no he parado de encontrar excelentes piezas, creadas desde el siglo XVIII”, afirmó.
Puntualizó que, aunque el género masculino se ha adueñado del ámbito de la composición musical, las obras de mujeres son igual de buenas y cuentan con la misma calidad.
Lidia Guerberof manifestó amar la música debido a que es parte fundamental de la vida, y se encuentra en cada detalle cotidiano del planeta, como el viento al soplar en un bosque o en el canto de las aves.
Al referirse a México, destacó su patrimonio artístico y cultural inmenso, y aseveró que en él que se podría vivir mucho mejor si sus habitantes cambiaran la mentalidad.
Se mostró impresionada por la FILU y la cantidad de casas editoriales que exponen sus obras en ella, y compartió estar muy agradecida por haber clausurado el Foro Académico con una presentación, lo cual fue muy emotivo.