- Para el escritor español Marcos Giralt Torrente, “la cultura está en retroceso pero no quiere decir que se extinga”
- En la FILU 2018 participó en un conversatorio con Rodolfo Mendoza Rosendo
28/04/18, Xalapa, Ver.- El escritor Marcos Giralt Torrente afirmó que la literatura actual refleja la incertidumbre en que vivimos, al participar el viernes 27 de abril en el primer conversatorio de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2018 de la Universidad Veracruzana (UV).
Acompañado de Rodolfo Mendoza Rosendo, coordinador general de esta fiesta editorial, el narrador español subrayó que los géneros artísticos nacen y mueren porque son un reflejo de la sociedad y están sujetos a cambios de la cultura y el desarrollo.
Ante el mundo tecnológico imperante, la literatura no morirá porque siempre habrá personas necesitadas de que les cuenten historias y quieran contarlas, expresó en el Foro “Sergio Galindo”, en presencia de la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara; del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, de funcionarios universitarios y público en general.
Agregó que la cultura en general cada vez se encuentra más desprestigiada porque vivimos en sociedades donde lo que más importa es el dinero y los negocios, lo cual se extiende a ámbitos donde la democracia no tiene ningún sentido de ser.
Giralt Torrente compartió su experiencia inicial como escritor y el rechazo a sus primeros intentos. A dos décadas de este recuerdo, comentó que la literatura puede ser creada desde la imaginación, en la cual se trabaja con la realidad transformada en memoria.
Al referirse a su obra Tiempo de vida, galardonada con el Premio Nacional de Narrativa 2011, relató que son memorias de un asunto concreto: de la relación con su padre ya fallecido, en el que empleó los géneros novelístico y narrativo.
A pregunta expresa, resaltó que la memoria siempre es una ficción porque nos engaña permanentemente, “es el filtro a través del cual tratamos de entender la realidad”.
También destacó que a pesar de provenir de una familia culta pues su abuelo fue un escritor reconocido y su padre un pintor, no tuvo un gusto por la lectura hasta la edad de los 12 años.
“Considero que la familia es el territorio donde se da la realidad más aguda”, confesó.
Asimismo, dijo seguir el ejemplo y sentirse atraído por las obras de escritores mexicanos. Es el caso de Juan Villoro, Sergio Pitol y Elena Poniatowska, entre otros.
Añadió no sentirse un escritor crítico pues un mal crítico siempre busca prestigiarse en los ámbitos político y social.