Cultura

Persisten estereotipos de la población negra en Veracruz

  • Alfredo Delgado, arqueólogo, antropólogo e historiador, participó en el Foro “Aportaciones de las culturas africanas y caribeñas en la identidad de la música veracruzana y el jazz”
  • https://www.uv.mx/jazzuv/festival-jazzuv/programa-2/ consulte los conciertos que ofrece el festival Jazzuv

 

Alfredo Delgado, investigador del INAH, participó en foro del Jazzuv

 

David Sandoval Rodríguez

 

23/10/2017, Xalapa, Ver.- Persisten estereotipos y mitos respecto a la población africana que llegó a Veracruz durante el virreinato, expresó Alfredo Delgado Calderón, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana (Jazzuv).

El arqueólogo, antropólogo e investigador, asistió el lunes 16 de octubre a dicho espacio para participar en el Foro “Aportaciones de las culturas africanas y caribeñas en la identidad de la música veracruzana y el jazz”.

Su charla hizo referencia a cómo se fueron conformando las poblaciones afrodescendientes en las costas veracruzanas y comentó que la tercera raíz, a pesar de ser un término cuestionado, ha prevalecido entre los estudiosos del tema.

En realidad, dijo, “hasta hace poco no éramos muy conscientes de la influencia africana en nuestra cultura popular, a excepción del libro de Gonzalo Aguirre Beltrán, La población negra de México, de 1946, y es hasta los años noventa con Guillermo Bonfil Batalla que se crea el programa ‘Nuestra tercera raíz’, que instruye a todas las delegaciones de Culturas Populares para atender la influencia africana en las regiones”.

La primera reacción en algunas localidades fue declarar que no había negros; “a la fecha existen muchas comunidades que, a 300 años de negritud, dicen: aquí no hay negros”.

Es una declaración muy habitual y ejemplificó que en la Costa Chica de Guerrero, las personas explican la presencia africana con naufragios de barcos negreros, pero en la laguna de Tamiahua, en Veracruz, se repite la misma historia.

“Éstos son mitos y la verdad es que tenemos más raíces africanas de las que vemos, los estudiosos del tema dicen: lo negro no se lleva en la piel, se lleva en la cultura, en el ritmo”, advirtió.

Los primeros esclavos de la colonización española en América fueron los indígenas, que prácticamente exterminaron empleados en dos actividades: la minería y el cultivo de caña de azúcar, “entonces tuvo que intervenir el Rey de España y permitir la importación de esclavos de todo tipo, no sólo africanos sino también de origen árabe y eso casi no se dice”.

El tráfico negrero fue terrible y se han escrito muchas obras al respecto, pero poco se ha tratado el tema de los negros que cazaban y vendían esclavos, observó Delgado Calderón.

Cuando llegaban los barcos al puerto de Veracruz se vendían los esclavos entre 50 y 400 pesos, un costo elevado si consideramos que una res costaba cuatro pesos y un caballo de raza llegaba a costar hasta ocho pesos, detalló el investigador.

Insistió en que persiste el estereotipo de los negros esclavizados y maltratados, “ésa es una parte de la verdad, pero ¿quiénes cazaban a los negros? Los propios negros. En África, tribus completas se dedicaban a cazarlos, incluso negreros importantes que llegaron a Nueva España eran negros y tenían esclavos”.

En el siglo XVI hubo un gran comercio de esclavos en Xalapa y la región, llamado esclavonía, así como en el puerto de Veracruz, en Santiago Tuxtla y en Orizaba.

Hubo distintas formas de esclavitud, aquellos que trabajaban como estibadores, llamados de avería; de trapiche y domésticos, que se concentraron básicamente en Xalapa, Veracruz, Orizaba y posteriormente en Córdoba y Cosamaloapan.

Refirió también que numerosos esclavos huyeron, llamados cimarrones, y ante la ineficacia de las fuerzas militares para capturarlos llegaron a un acuerdo con ellos y fundaron el pueblo de San Lorenzo Cerralvo, conocido actualmente como Yanga, nombre del líder cimarrón que pactó con el virrey.

Sin embargo, lo que se conoce poco es que “a cambio de su libertad, se pactó que los mismos negros del poblado cazaran en lo sucesivo a aquellos que huían y a cambio recibían una recompensa”.

Con el paso del tiempo hubo una vasta capa de afrodescendientes que se concentraron en varios lugares, particularmente en el barlovento y sotavento de la costa veracruzana, comenzando desde Antón Lizardo hasta el istmo de Tehuantepec, donde es posible percibir su influencia en la música de la región.

El programa completo lo puede consultar en: https://www.uv.mx/jazzuv/festival-jazzuv/programa-2/

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