- La ensayista y defensora de derechos humanos, Diana del Ángel presentó el libro Procesos de la noche, en la FILU 2018
Claudia Peralta Vázquez
28/04/18, Xalapa, Ver.- Diana del Ángel, poeta, ensayista y defensora de derechos humanos, presentó en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2018 de la Universidad Veracruzana (UV), su libro Procesos de la noche, en el cual relata la travesía enfrentada por familiares de Julio César Mondragón Fontes, uno de los normalistas de Ayotzinapa ejecutado el 26 de septiembre del 2014 en el municipio de Iguala, hallado con el rostro desprendido.
En el Salón “Emilio Carballido” del Complejo Deportivo Omega, donde se desarrolla esta celebración literaria del 27 de abril al 6 de mayo, la narradora destacó que esta obra describe las diligencias por las que atravesó la familia y que desgraciadamente en este país no han encontrado justicia ante la muerte y tortura del joven normalista.
Es una de las primeras imágenes del horror que se destaparon a partir de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
“En México los mecanismos de justicia no son los mejores, incluso la esposa y padres del fallecido tuvieron que soportar los comentarios hirientes respecto al caso que será llevado a la Corte Interamericana”, resaltó ante los asistentes a la presentación del libro.
Relató que una vez entregado el cuerpo de Julio César, la autopsia determinó que fueron roedores los que dañaron el cadáver, cuando en realidad se podían apreciar cortes limpios realizados con un objeto punzocortante.
Tras la necropsia y exhumación del cadáver en 2015, peritos argentinos sí determinaron el sufrimiento y tortura de la víctima, así como un total de 64 fracturas y 10 costillas rotas.
“A todo este escenario hay que sumarle la violencia burocrática a la que se enfrentó la familia”, dijo Diana del Ángel.
Comentó las condiciones del juzgado de Iguala, Guerrero, un gran espacio con un techo por el que atraviesan diariamente aves y pichones.
“No tienen archiveros para guardar los expedientes de casos activos, los cuales están cubiertos de excremento de pájaro. En estas condiciones es difícil esperar que haya justicia.”
El libro se conforma de 22 crónicas o fragmentos denominados “Rostros”, que son testimonios de familiares y amigos de Julio César.
En sus comentarios, Ernesto Treviño Ronzón, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS) de la UV, manifestó que esta narrativa es un ejemplo de la realidad que existe en México, donde las personas enfrentan una batalla muy dura para encontrar justicia.
Se trata de una memoria histórica de la resistencia y recuento del complejo trayecto de las personas allegadas a las víctimas.
Este hecho no sólo atraviesa el nivel de la narrativa del Estado, donde siempre se revictimiza a las personas, el cual es otro grado de violencia, sino llama a la sensibilidad y conciencia de la población, pues casos como el del joven normalista ocurren a diario con el mismo grado de impunidad y violencia.