#PorEl4porciento
- El ejercicio debe acompañarse de una dieta y hábitos de sueño regulares para mantener un cuerpo saludable
- El doctor Carlos Manuel Chacón impartió curso-taller sobre el corazón y el ejercicio físico, invitado por el SAISUV
David Sandoval Rodríguez
Fotos: Omar Portilla Palacios
15/10/2023, Xalapa, Ver.- La actividad física es beneficiosa para la salud, pero en especial la actividad de nivel moderada y vigorosa, esta permite que el corazón se fortalezca, describió Carlos Manuel Chacón Rodríguez, educador físico y responsable de los programas de ejercicio físico en la Coordinación de Salud Pública del Sistema de Atención Integral a la Salud de la UV (SAISUV).
El especialista impartió el curso-taller “¿Qué pasa con el corazón cuando hacemos ejercicio físico?”, en la sala 3 de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI).
Explicó a los asistentes que el ejercicio físico permite que se fortalezca el miocardio –tejido muscular del corazón responsable de bombear la sangre a todo el cuerpo–, ya que ocurre una mayor excitabilidad provocada por la intensidad del ejercicio; a su vez, si se practica regularmente alguna actividad es posible que las personas tengan un menor riesgo de sufrir algún problema cardíaco.
Subrayó que el corazón es un órgano que no descansa y tiene, en promedio, 115 mil latidos en un día.
Chacón Rodríguez recordó a los asistentes que para tener una condición física saludable no basta con realizar ejercicio pues, como lo han demostrado estudios desde hace un par de décadas, además de la actividad física regular las personas deben cuidar sus hábitos alimenticios y establecer un buen régimen de sueño.
“Muchas veces tenemos la idea de que los fines de semana se pueden recuperar las horas perdidas de sueño durante los días anteriores, pero esto no es así, no se recuperan y a la larga puede provocar un deterioro en la salud, por esta razón es que tenemos que fomentar un buen hábito de sueño, con una rutina y un horario, para las personas adultas con un promedio de siete horas.”
Precisó que la actividad física se puede clasificar en ligera, moderada y vigorosa. La primera hace referencia a los movimientos cotidianos que hacemos como caminar, sentarnos, estar de pie; las otras dos, se asocian al ejercicio.
Dijo que, para distinguir entre actividad ligera y moderada, en la segunda ocurre que, al realizar una caminata a mayor velocidad, subir escaleras o algún otro esfuerzo, se percibe una dificultad para respirar y hablar.
Procedió a definir al ejercicio físico y las categorías que lo integran; dijo que es una actividad programada que tiene una intención, y hay de dos tipos: aeróbico y anaeróbico.
El ejercicio aeróbico como correr, bailar o caminar, “permite que el corazón y el sistema circulatorio se vean beneficiados”; el ejercicio anaeróbico está relacionado con actividades de fuerza, tensión e involucra movimientos con nuestro propio peso, por ejemplo, las sentadillas o el levantamiento de pesas.
Especificó que, es importante la combinación de los ejercicios aeróbicos con los ejercicios de fuerza, ya que ambos tienen beneficios al corazón y al cuerpo de manera general, disminuyendo los niveles de glucosa en sangre, regulando la tensión arterial y mejorando la conciliación del sueño.
En seguida aclaró que se diferencia al deporte en dos modalidades: profesional y recreativo.
Del primero, acotó: “El deporte profesional no es salud, aunque se nos ha dicho muchas veces; ¿por qué? Porque el deportista está siempre buscando su máxima potencia, y ya sea por el entrenamiento o por el entrenador, el atleta enfrenta una condición de estrés que puede generarle un incremento en el ritmo cardíaco”.
No obstante, esto no quiere decir que practicar un deporte profesionalmente sea malo, sino que las condiciones de estrés físico y mental a las que son sometidos los deportistas se diferencian del promedio de las personas.
Por el contrario, señaló que el deporte recreativo es beneficioso para cualquier persona, dado que ejercita el cuerpo en actividades vigorosas; además, provoca la generación de serotonina, hormona relacionada con el control de las emociones y el estado de ánimo.
Propuso a los asistentes realizar ejercicios físicos de fuerza para fortalecer el corazón dado que mejoran la presión arterial y se ha comprobado que, luego de la actividad, hay un “efecto hipotensor”, es decir, una reducción gradual en la presión arterial.
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