Entrevista

Ante un escenario de violencia, el régimen autoritario es vulnerable: Edward L. Gibson

  • Entrevista con ganador de la Medalla al Mérito UV 2017
  • El estudiante universitario puede ser el filo de la navaja para la movilización de la sociedad civil, expresó el politólogo estadounidense

 

Edward L. Gibson, académico estadounidense premiado con la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana

 

David Sandoval Rodríguez

 

Xalapa, Ver., 12/05/2017.- Para Edward L. Gibson, jefe del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Northwestern en Illinois, Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), el estudiante universitario debe reconocer que es una persona privilegiada y usar su posición para participar fortaleciendo a los integrantes de la sociedad que no tienen tal privilegio.

En entrevista para Universo, el académico norteamericano habló de la corrupción y la violencia que existe en Veracruz y en el país, así como de situaciones vinculadas a tales problemáticas, mismas que deben darse a conocer en otras partes del mundo.

Edward L. Gibson recibió la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana (UV) de manos de la rectora Sara Ladrón de Guevara, el lunes 24 de abril en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).

En su discurso de agradecimiento destacó el trabajo del Colectivo Solecito, también merecedor del mismo galardón, por luchar contra las penumbras del autoritarismo local.

 Retomando las palabras de su conferencia, ¿cómo estamos actualmente entre una transición democrática inacabada y un organismo como el Instituto Nacional Electoral que sentó un precedente en el hemisferio occidental?

Creo que el gran progreso que se ha hecho en –llamémosla– la transición democrática mexicana, ha sido en el diseño de instituciones, cosa que no ha ocurrido en otros lugares, en los que el desenvolvimiento social de prácticas democráticas a menudo precede la creación de instituciones democráticas y ése es un problema porque con el tiempo logran apropiarse del poder las élites del régimen antiguo.

Creo que una ventaja que ha tenido México es que todavía antes de la elección del año 2000 ya se habían llevado a cabo reformas importantes y es mucho más fácil hacerlo antes que después; ahora lo que debe suceder, es hacer que se respeten las normas, eso siempre me ha interesado mucho como modelo para entender otros lugares, pero también porque consiste en un mecanismo de monitoreo constante y permite sacar a la luz a nivel nacional lo que está ocurriendo a nivel local.

Entonces, creo que es un gran logro de la transición mexicana, aun con todos sus desaciertos, ha sido en el campo del diseño institucional y eso es lo que he aprendido de estudiar el caso mexicano.

¿A qué se debe que haya existido un diseño institucional previo a la transición democrática?

Sucedió en parte porque hubo mucho tiempo, fue una transición eterna; recuerdo haber leído un artículo de Lorenzo Meyer titulado “Fatiga de transición”, como duró 20 años, creo que en ese periodo los dirigentes partidarios, sobre todo los de oposición, tuvieron el tiempo de armar sus estrategias, observar que gran parte de los incentivos para la lucha era el armar redes locales y trabajar a nivel estatal, ahí se dieron cuenta de que no podrían desempeñar este trabajo con las reglas anteriores.

En otras transiciones se derrumba el régimen autoritario, entran los partidos políticos y lo único que están pensando es en ganar la presidencia, forman coaliciones de conveniencia, regionales y locales; en Argentina, otro país que analizo, los gobiernos democráticos que vinieron al poder, pactaron con personajes autoritarios provinciales realmente despreciables porque no tenían otra opción, ahí estaba la máquina, ahí estaba la fuente.

El político panista, por ejemplo, en 1989, sabe que el político priísta no le va a entregar votos, sabe que habrá una permanencia del PRI aun después de la transición; entonces, como hipótesis podemos decir que tuvieron un gobierno autoritario civil, con partidos establecidos y con tiempo, eso creó una cultura orientada hacia el diseño institucional, también por parte de la oposición porque sus primeras peleas ocurrieron a nivel estatal.

Quizá por las particularidades del caso mexicano: la naturaleza del régimen autoritario, que no era un régimen militar, eso ayudó mucho.

Mencionó la importancia de esta lucha entre los poderes locales y el poder nacional, ¿cómo está México comparado con otros países latinoamericanos?

Normalmente cuando hay escenarios violentos es porque el régimen autoritario es vulnerable; un régimen autoritario, incluso estatal, preferiría no ejercer la violencia porque tiene costos.

Si tenemos una situación de conflicto con violencia es porque hay una inestabilidad y, como dije en la conferencia, el problema con el dirigente estatal en México es que, muy a menudo, es vulnerable y entonces recurre a la violencia.

Cuando mencioné la reducción en la participación de voto de los Estados Unidos en el siglo XIX, cuando votó el 60 por ciento de la población negra ocurría una situación violentísima, había represión y terrorismo pero salían a votar igualmente y se manifestaban. Cuando bajaron el voto al dos por ciento hubo paz y tranquilidad porque ya estaba “cocinado” todo.

El hecho aquí es que no está “cocinado” nada en muchos de los estados mexicanos, mientras que en Argentina está bien cocinado: uno entra a una provincia autoritaria y no pasa nada porque el federalismo argentino protege a sus gobernadores que establecen sus monopolios y es imposible desafiarlos; todos los recursos fiscales van al gobernador, no a los municipios.

Pero en México hay corrupción, hay clientelismo y hay violencia, eso nos dice algo de la estabilidad de los sistemas autoritarios.

Usted mencionó dos conceptos: que la democracia no existe, es un ideal, y que los derechos se conquistan. ¿Cómo pueden involucrarse los jóvenes universitarios en la conquista de sus derechos y en ejercer la democracia?

El estudiante universitario debe reconocer que es una persona privilegiada y creo que debe usar su posición, la protección que le da ser miembro de una comunidad universitaria y participar, reforzando a quienes no tienen esos privilegios.

La apatía de los estudiantes universitarios es un peligro en un contexto político como éste, pero también puede ser el filo de la navaja para la movilización de la sociedad civil, puede vencer el miedo y su situación privilegiada, tanto social como educativa, su conexión con las redes universitarias le da cierta influencia y lleva más a la vacilación de las fuerzas represivas, por eso no debe menospreciar lo local, formar organizaciones locales, saber lo que están haciendo.

El estudiante universitario en Estados Unidos suele enajenar a la mitad del país; hay que pensar también en eso, las manifestaciones callejeras de la sociedad civil son fundamentales pero asustan al ciudadano común, entonces hay que buscar formas de vincularlos a intereses del ciudadano común, no asustarlos.

En Argentina hay una organización de provincia semejante al Colectivo Solecito llamada “Madres del Dolor” y sus movilizaciones se centran en el estado de derecho, el respeto al poder judicial y también a la búsqueda de respuestas de las desapariciones.

Este grupo es un ejemplo de que es necesario armar conexiones entre organizaciones sociales e instituciones duraderas que pueden tener un efecto a nivel nacional es fundamental porque son canales de transmisión, ése es un ejemplo.

La respuesta corta sería: participación, manifestación, pero con estrategia a largo plazo.

¿Cómo se siente por el reconocimiento que le da la Universidad Veracruzana a su trabajo?

Para mí es muy significativo porque trabajo en un contexto académico y es importante saber que en los lugares que analizo y estudio, mi trabajo quizá tiene algún impacto sobre la forma de pensar de quienes están metidos en la pelea.

Puedo ayudar a la práctica de la política desde mi posición como académico, entonces eso es importante y este reconocimiento me muestra que por lo menos estoy haciendo algo bien.

¿Qué opina respecto a tener a Estados Unidos como invitado especial en la FILU 2017?

Me parece excelente para que el público mexicano entienda bien lo que está ocurriendo en Estados Unidos y para establecer un diálogo entre una universidad regional importante e instituciones académicas estadounidenses, por ello es importante que la Universidad Veracruzana muestre su gran tradición humanista, el impacto que ha tenido sobre el pensamiento humanístico en México y que esto salga a la luz, que ocurra a través de conexiones con instituciones de Estados Unidos.

Me gustaría, al volver a mi país, buscar una forma de invitar a representantes del Colectivo Solecito para dialogar con estudiosos y activistas de derechos humanos porque no se sabe nada de esto allá, se sabe poco y es muy importante sacar esto a la luz.

El derrumbe político que ocurrió en Veracruz, el número de desapariciones que hemos visto, los niveles de violencia y corrupción en una región importantísima de América Latina es algo que no debe permanecer como algo local sino que debe conocerse internacionalmente y eso va a afectar cómo se desenvuelvan las cosas acá porque es en las penumbras donde opera el autoritarismo.

Existen los resortes legales e institucionales para hacerlo, las leyes existen, las garantías existen, hay que vincularlos a la sociedad veracruzana, es lo que en Estados Unidos se llama accountability y en México se llama rendición de cuentas.

 

 

 

 

 

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