- El trabajo de tesis de Mónica Basilio Hazas forma parte de Globaqua, proyecto impulsado por la Unión Europea
- Para ella es importante trabajar en un ambiente multicultural y multidisciplinario
Karina de la Paz Reyes Díaz
09/10/2017, Xalapa, Ver.- Mónica Basilio Hazas, egresada del programa educativo de Ingeniería Química en la Universidad Veracruzana (UV), región Xalapa, realiza una maestría en la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania, becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y desarrolla su tesis sobre las aguas subterráneas del río Adigio, ubicado en Italia.
Otro aspecto que ha cultivado la universitaria son los idiomas: En esta casa de estudio perfeccionó el inglés y francés, y se introdujo en el alemán; actualmente estudia el italiano.
Desde pequeña tomó clases de francés e inglés –el primero por gusto familiar y personal–; siendo estudiante de la UV acudió al Centro de Autoacceso, y a sugerencia de sus maestros buscó la certificación denominada Diploma de Estudios en Lengua Francesa (mejor conocida como DELF), que otorga el Ministerio de Educación Francesa.
En entrevista para Universo compartió que su gusto por las ciencias surgió en la infancia, gracias a la segunda entrega de Jurassic Park. “A partir de eso me empezaron a gustar los dinosaurios, en la primaria decía que quería ser paleontóloga”, fueron sus palabras.
A propósito de tal gusto, sus padres la empezaron a documentar no sólo sobre ese tipo de reptiles, sino de otros animales y temas afines, como la actividad volcánica.
“Ya más grande recuerdo que siempre mostré gusto por la materia de ciencias, ya fuera Ciencias Naturales en la primaria; Física y Química en la secundaria”, recordó. Incluso, en la preparatoria formó parte de la selección estatal de matemáticas y participó en olimpiadas.
Pero “lo que despertó realmente mi gusto hacia la ingeniería ambiental fue una película que vi sobre cambio climático, An inconvenient truth de Al Gore (Albert Arnold)”, añadió.
Optó por Ingeniería Química porque en Ambiental se llevan experiencias educativas abocadas a la legislación sobre el tema, confesó. Actualmente, justificó, “entiendo que las leyes son importantes y las tolero”.
Mónica vio en Ingeniería Química la posibilidad de entender en qué consiste la industria, así como un buen mercado laboral y, sobre todo, la oportunidad para realizar posteriormente un posgrado en el extranjero, a través del cual profundizar y especializarse en el aspecto ambiental.
Sus viajes académicos al extranjero iniciaron pronto, pues anteriormente los requisitos del Programa de Movilidad (Promuv) permitían participar sin tener el 50 por ciento de los créditos del programa educativo, lo que permitió realizar una estancia en la Georgia Southern University, Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), donde cursó cuarto semestre.
“Allá, académicamente adquirí lenguaje técnico de ingeniería química. Algo que también fue maravilloso es que cursé uno de los (módulos) de laboratorios con aparatos que aquí generalmente sólo los utilizan para investigación, por ser muy caros”, rememoró.
A su regreso de EEUU inició clases de alemán, inspirada por el interés de cursar en aquel país un posgrado. Paralelamente, fue invitada a participar en la primera generación en la UV del programa federal México-Francia-Ingenieros-Tecnología (Mexfitec), que le permitió hacer una estancia por un año en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA) de Lyon. Allá continuó con el aprendizaje del alemán y a su regreso siguió con tal objetivo académico.
Casi recién llegada de Francia, para cursar noveno y décimo semestre, formó parte de la primera generación del programa “Jóvenes de Excelencia Banamex”.
“Es una preparación para jóvenes que quieran estudiar una maestría en una de las mejores 200 universidades del mundo. Entonces decidí que quería irme a Alemania, busqué las universidades de ese país que estaban en la lista e identifiqué que la universidad donde estoy tenía el programa de Maestría en Ingeniería Ambiental en idioma inglés. Si bien tenía un nivel de alemán, no era el adecuado para cursar un posgrado, en cambio el inglés lo tenía bien reforzado.”
Pero en esa temporada también hizo una estancia en el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, ubicado en Querétaro, y en el Laboratorio de Alta de Tecnología de Xalapa de la UV.
Llegado el momento, Mónica ingresó sin complicación alguna a la Universidad Técnica de Múnich por admisión directa y para tal decisión bastaron las boletas de calificaciones, tanto de la UV como de las universidades donde hizo movilidad; una carta de exposición de motivos; el currículum vitae y la certificación del idioma inglés a través del Test Of English as a Foreign Language (mejor conocida como TOEFL).
Para ella fue sustantivo el hecho de haber realizado varias movilidades siendo estudiante de la UV: “El Modelo Educativo Integral y Flexible ayuda muchísimo a realizar movilidades pues te da la oportunidad de irte de intercambio y revalidar materias”, enfatizó. En su caso, aún con todas las movilidades que realizó, se graduó con la misma generación que ingresó.
Alemania, Italia y las aguas subterráneas
Mónica detalló que ingresó a la Maestría en Ingeniería Ambiental en octubre de 2015. Los primeros dos semestres fueron clases de diversos tópicos; el tercero, se dividió entre clases y un proyecto de estudio. Su interés fue a raíz de la materia Estrategias de Remediación Ambiental, enfocada a enmendar sitios contaminados.
De paso, comentó que precisamente el tema de su tesis fue a partir del viaje de estudios de tal materia hacia los Alpes italianos.
“El tema de mi proyecto de estudio consistió en ver qué tan efectivo es un método para descontaminar aguas subterráneas, para lo cual usamos simulaciones y modelos matemáticos. El método consiste en extraer e inyectar agua para favorecer la mezcla entre un contaminante y una solución de tratamiento”, explicó.
Cabe citar que tal investigación la inició en una estancia académica que hizo en la Universidad Técnica de Dinamarca y la concluyó en la de Alemania.
Actualmente trabaja en su tesis, misma que consiste en saber cómo se comporta el agua subterránea de un valle italiano por donde fluye el río Adigio, considerando el impacto natural y el humano. El título es «Impact of hydropeaking on groundwater flow and transport: a case study in the Adige Catchment», que forma parte de Globaqua, un proyecto impulsado por la Unión Europea para estudiar la gestión del agua en el cambio climático.
Globaqua contempla seis cuencas, cinco ubicadas en Europa y una en África, que están bajo estrés por diversas razones como la escasez, contaminación, alteración de sus niveles a causa de plantas hidroeléctricas, entre otras.
“De todas estas cuencas, una es la del río Adigio, y el proyecto ya tiene varios años, no lo estoy empezando yo. Se han abarcado muchas temáticas. Ahora estoy haciendo el modelo a través de un software, después tengo que calibrarlo y una vez hecho esto realizaré un análisis más avanzado, para ver cómo está el movimiento de las aguas.”
Mónica destacó que en esta fase de su vida académica descubrió un especial interés por el manejo integral del agua, que comprende el tratamiento de aguas residuales y la reutilización de aguas residuales tratadas (incluso para fines potables), irrigación, entre otras, para lo cual se requieren de labores interdisciplinarias.
“Me gustaría –no sé si en corto, mediano o largo plazo– trabajar en el manejo integral del agua. Para eso, una opción es cursar un doctorado en hidrología, el área que más me gusta, sobre todo el tratamiento de agua subterránea”, enfatizó.
Es más, precisó la joven oriunda de Xalapa, en la Universidad Técnica de Múnich hay grupos de investigación afines a tales intereses académicos.
“A nivel personal estoy muy satisfecha. He tenido experiencias muy agradables, tanto en México como en el extranjero. Académicamente he aprendido mucho. No puedo decir que ya haya hecho una gran aportación o descubrimiento. Hay procesos que requieren más tiempo. Llega un punto en el que te planteas ‘¿Qué hago?, ¿Sigo preparándome tres años más o entro a trabajar a algún organismo sobre el desarrollo sustentable?’. Lo que pienso es que me puedo seguir preparando y participando en proyectos; ser paciente para ver los resultados.”
Mónica también ha vivido muchas experiencias personales en Alemania, mismas que le han permito ampliar y enriquecer su forma de ser y pensar. Una de ellas, es valorar las costumbres y tradiciones que le dan identidad a las sociedades que conforman una nación, como la mexicana, la alemana o la italiana.
A manera de conclusión, hizo hincapié en que para ella “es importante trabajar en un ambiente multicultural y multidisciplinario”.
Categorías: Entrevista