- El programa “Músico consciente” estimula a la organización y sincronización absolutas
- La especialista planteó que la resolución de un problema inicia a nivel mental
Jorge Vázquez Pacheco
28/06/2024, Xalapa, Ver.- Cuanto más se trabaje en la preparación de un concierto, más posibilidades hay de cometer errores, argumentó Paulina Derbez durante su conferencia en el marco de las Jornadas Universitarias Internacionales de Interpretación 2024, que lleva a cabo la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).
La violinista y pedagoga graduada de la Escuela Superior de Música de Barcelona, autora del libro El músico consciente, presentó la charla “Didáctica de la mente, emociones y cuerpo en la ejecución instrumental”.
Al comentar sobre la nueva metodología de enseñanza musical, dijo que todo problema técnico debe resolverse inicialmente a nivel mental y aludió a los beneficios del aprendizaje por descubrimiento, que incluyen la superación de limitaciones mecanicistas, así como el estímulo a los alumnos para pensar por sí mismos mediante autoestima y seguridad, y potenciar la solución creativa de problemas.
“Ejecutar un instrumento es meditación sonora en acción y las investigaciones revelan que cuando empleamos la técnica del enfoque abierto, el cerebro se organiza y sincroniza de mejor forma.”
Así, los pensamientos y emociones negativos generan cortisol y a la larga ocasionan dolores musculares y contracturas: “las emociones positivas logran que el organismo genere serotonina, que propicia relajamiento”, comentó la también presidenta de la Red Mexicana de Conservatorios Saludables.
Sumó la importancia del corazón a nivel fisiológico, con su propio sistema nervioso “que envía señales a la sección racional del cerebro y se comunica energéticamente, al crear ondas electromagnéticas capaces de circular hasta dos metros alrededor de nuestro cuerpo”.
Uno de los puntos elementales es nuestro sistema de creencias con respecto del escenario, no saber si se logrará una adecuada ejecución y cuestionarse a sí mismo durante la interpretación. “Pensar en cómo seré evaluado interfiere en los resultados finales, pero los músicos son atletas sonoros, por lo que requieren de ejercitarse previamente, durante y después del concierto”.
Refirió testimonios de quienes se han beneficiado del programa “Músico consciente” y su metodología, cuya finalidad es hacer de cada estudio una obra de arte. “Nos convertiremos en nuestro propio Michelangelo y manifestaremos nuestro verdadero yo artístico”, concluyó.
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