• Mario Muñoz, Estela Castillo, Leticia Mora y Ángel José Fernández, participaron en la mesa “Exilios y migraciones en la Universidad Veracruzana” 

Leticia Mora, Mario Muñoz, Estela Castillo y Ángel José Fernández, participaron en el Foro Académico

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo 

17/05/2024, Xalapa, Ver.- Exiliados enriquecieron el quehacer universitario en áreas como la literatura y lingüística, destacaron los participantes en la mesa “Exilios y migraciones en la Universidad Veracruzana” del Foro Académico “Exilios: raíces y contribuciones de los destierros internacionales a México”, en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2024. 

En la actividad participaron Mario Muñoz, profesor de la Facultad de Letras Españolas; Estela Castillo Hernández, Leticia Mora Perdomo y Ángel José Fernández, académicas y académico adscritos al Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias. 

Mario Muñoz platicó de dos profesores de la Facultad, a quienes considera sus grandes mentores: César Rodríguez Chicharro y Francisco González Arámburo. El primero impartía Introducción a las Investigaciones Literarias, de quien hasta la fecha sus enseñanzas lo han guiado para explicar a los alumnos de manera amena los textos literarios. De González Arámburo recibió las nociones esenciales de la filosofía griega, especialmente sobre Los Diálogos de Platón.

Tuvo varios profesores destacados, cuyos conocimientos y enseñanzas le han sido de gran ayuda hasta la fecha; también trató con colegas sudamericanos cuya mayoría dejaron sus países por persecución política.

Mario Muñoz, profesor de la Facultad de Letras Españolas

“Ambos profesores habían llegado a México en la diáspora por la guerra civil española; cada uno a su manera nos guiaba con rigor, pero a la vez con una empatía que nos permitió mantener con ellos una relación muy provechosa pues nos sugerían autores y libros que desconocíamos.” 

Estela Castillo centró su participación en dos figuras destacadas en el ámbito universitario veracruzano: José Pascual Buxó, exiliado español, y Alberto Espejo, migrante argentino. 

Detalló que Pascual Buxó llegó a México a la edad de ocho años; sus estudios de licenciatura y posgrado los hizo en México, Venezuela e Italia. Cuando llegó a la UV ya había impartido cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México y en Guanajuato. En 1957 fue director fundador de la Escuela de Letras, posteriormente Facultad de Filosofía y Letras de la UV, la cual gestionó y administró durante dos años. 

“Nos enseñó directamente que la literatura y las palabras son un instrumento efectivo para realizar un ejercicio crítico de diversos fenómenos de la cultura; la literatura es otra forma de conocer y conocernos, lo mejor es que mientras lo hacemos la disfrutamos.”

Ángel José Fernández, poeta e investigador del IIL-L

Con respecto a Alberto Espejo, mencionó que su labor en la UV se concretó a la docencia e investigación lingüística y literaria. Durante más de 35 años compartió con los alumnos su amor por la lengua mexicana, les fomentó el interés por las tradiciones y la literatura oral.

“La lección más grande que nos dejó es que para saber quiénes somos, para expresarnos, entendernos y comunicarnos, necesitamos conocer y dominar nuestro español, pues es parte de nuestra identidad. 

”Encuentro similitudes entre estas figuras: ambos profesores-investigadores; pusieron su intelecto al servicio del rescate de las manifestaciones culturales mexicanas; tuvieron la oportunidad de regresar a sus países de origen pero no lo hicieron, decidieron pasar sus últimos años de vida en México; quisieron ser mexicanos por elección y su amor por esta tierra, lengua y literatura los condujo a rescatarlas y compartirlas con sus alumnos. Ambos eran trabajadores incansables de la palabra.”

Leticia Mora, investigadora adscrita al IIL-L

Ángel José Fernández abordó a César Rodríguez Chicharro como editor y tipógrafo, sus actividades menos conocidas. Su labor editorial tuvo sus mejores años en la década de los sesenta en Xalapa; fue fundador de la Facultad de Filosofía y Letras Españolas, y testigo de la apertura de la Editorial UV.

Estableció los números monográficos para la revista La Palabra y el Hombre, por lo menos una vez al año. Al concluir su labor como Director de la Editorial, un concurso de oposición lo puso al frente del Centro de Investigaciones Literarias, donde organizó la investigación y difundió el producto de los investigadores; “su labor fue fecunda para lo que ahora es el IIL-L y para la Universidad”. 

Finalmente, Leticia Mora compartió con la audiencia datos de la estancia de Jorge Enrique Ruffinelli en esta casa de estudios, quien estando en Uruguay (su país de origen) ganó por concurso un puesto como investigador en el Centro de Investigaciones Literarias y posteriormente se convertiría en el tercer director de dicha entidad.