- Miguel Gutiérrez, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, mencionó que el muralismo en México fue utilizado para plasmar y exponer la historia nacional
- Wilder Carrero, de la Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, explicó que la región es una construcción discursiva asociada a un sistema de relaciones identitarias
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: César Pisil
22/01/2024, Xalapa, Ver.- Académicos de diversas disciplinas compartieron puntos de vista en torno a temáticas de identidad, educación e historia, en la quinta mesa de diálogo del 1er Coloquio Internacional “Desafíos educativos en el siglo XXI: identidades y formación ciudadana en contextos de crisis”, organizado por las Universidades Veracruzana, Nacional Autónoma de México, de Alcalá, España, y “Adolfo Ibáñez”, de Chile.
Miguel Ángel Gutiérrez López, docente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, mencionó que el muralismo tuvo un gran impacto en las primeras décadas del siglo XX, pues se usó como herramienta para plasmar y exponer la historia nacional.
No obstante, muchos críticos lo redujeron a una expresión de un programa ideológico sin características para considerarse arte en toda la extensión de la palabra.
El catedrático declaró que, si bien el muralismo es una alternativa didáctica útil al enseñar historia, en algunos casos caricaturiza los sucesos y personajes relevantes, y se encuentra influenciado por la ideología de sus autores, quienes en su mayoría eran partidarios de corrientes comunistas o anarquistas.
“En los murales encontramos obras de gran valor, pero carecemos de referencias para entender su complejidad, por lo cual muchas veces descontextualizamos el mensaje que sus creadores querían difundir”, puntualizó.
Luz María Montelongo Díaz Barriga, de la Universidad Nacional Autónoma de México, citó a Octavio Paz al compartir que los derechos humanos se volvieron un paradigma y protagonistas de la cultura contemporánea.
Enfatizó que en el entorno mundial actual, contextualizado por guerras globales, escaladas de violencia, pérdida de sentido de la democracia, crisis climáticas y migratorias, es necesario ponerlos en práctica, a fin de generar un efecto transformador permanente y dinámico, vinculador de la sociedad.
En su intervención, Wilder Andrés Carrero Delgado, de la Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, explicó que el concepto de región es una construcción discursiva e histórica asociada a un sistema de relaciones identitarias, políticas, económicas y culturales entre grupos sociales que habitan en un espacio geográfico, articulados por sitios comunes y caracterizados por el conflicto y la negociación.
“La concebimos como un lugar visible e invisible conformado por diversidades, componentes y rasgos cotidianos, inclusivos, reflexivos, democráticos o impositivos”, puntualizó.
El catedrático comentó que aunque es una construcción discursiva que pretende integrar elementos como geografía, economía e interacciones humanas, dada su generalidad totalizante sus relaciones son complejas y excluyentes.
Finalmente, Lois Cleotilde Rodríguez Torres, de la Universidad Autónoma Metropolitana, mencionó que la idea de Historia en México tiene que ver con la formación de ciudadanos afines a ideologías políticas de los grupos en el poder.
Manifestó que es esencial replantear el papel de los maestros, el sistema gubernamental y la sociedad, con el objetivo de implementar cambios en torno a la didáctica de esta disciplina.
“El conocimiento histórico nacional debe permear en todas las clases sociales y estudiantes de distintos niveles, pero principalmente, motivar a la reflexión”, enunció.
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