- Recalcó el investigador de El Colegio de México, Pablo Yankelevich, en conferencia magistral
- Su participación inauguró el Foro Académico “Exilios: Raíces y contribuciones de destierros internacionales en México” de la FILU 2024
David Sandoval Rodríguez
Fotos: Luis Fernando Fernández
13/05/2024, Xalapa, Ver.- México ha sido un país reconocido mundialmente por brindar asilo y protección a migrantes que buscan refugio, destacando en varios momentos históricos del siglo XX; sin embargo, las condiciones actuales de la migración son diametralmente distintas, por lo que hacen falta recursos humanos, económicos y técnicos para atender correctamente la situación.
Así lo expresó Pablo Yankelevich Rosenbaum, académico del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México (Colmex), en su conferencia magistral con la que iniciaron las participaciones del Foro Académico “Exilios: Raíces y contribuciones de destierros internacionales en México” de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2024.
Recordó también que ante los conflictos ocurridos en Europa, como el ascenso del fascismo, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, la nación mexicana y su política exterior facilitó la llegada de intelectuales, obreros, familias y niños de diversas procedencias, como los conocidos “niños de Morelia”, quienes zarparon de Burdeos, Francia y arribaron al puerto de Veracruz, por indicaciones directas del presidente Lázaro Cárdenas; en el mismo tenor, recordó que México fue el único país que ofreció asilo a León Trotsky y posteriormente, con la llegada de las dictaduras militares a Sudamérica, numerosos chilenos, argentinos, venezolanos y bolivianos viajaron a este país como refugiados.
Yankelevich Rosenbaum, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, compartió ante autoridades universitarias, académicos y estudiantes que se dieron cita en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, que “la actual situación de México se aleja de todas las experiencias anteriores en materia de asilo y refugio; la primera gran dificultad que enfrenta el Estado mexicano, es garantizar una protección a la vida de los migrantes en momentos en que las fuerzas de seguridad enfrentan serios problemas para cumplir con esta responsabilidad hacia sus propios connacionales”.
La segunda dificultad, precisó, radica en que las autoridades mexicanas sean funcionarios suficientes y capacitados, así como recursos técnicos y presupuestarios para valorar las condiciones reales de persecución de los migrantes, con el fin de otorgarles el estatus de refugiados, precisó.
A la fecha, lo que sucede en nuestro país en materia de migración es definido por los expertos como “flujos mixtos”; es decir, corrientes migratorias de personas que huyen de situaciones generadas por la violencia, junto a otras que buscan mejores condiciones sociales y económicas, aunque muchos migrantes en condiciones de pobreza también son víctimas de la violencia, tanto en su país como en nuestra nación.
El también Director de la Colección Historias Mínimas del Colmex, señaló que la gran mayoría de estas personas no desean permanecer en México, sino residir en Estados Unidos, por ello la mayoría ingresa de manera ilegal y lo hace atravesando un territorio afectado por la violencia generada en el contexto de la lucha contra el narcotráfico.
Desde 2012, las migraciones masivas de países centroamericanos han incrementado exponencialmente, llegando a registrar hasta 150 mil personas en tránsito durante 2023.
A la problemática que causó este incremento se suma que entre 2011 y 2014 se promulgaron nuevas leyes que regulan la migración internacional, así como las condiciones y los procesos que permiten el otorgamiento de asilo y refugio.
Estas legislaciones fueron expedidas en una coyuntura que impone “una descomunal movilidad internacional de hombres, mujeres y niños que atraviesan la frontera sur de México en busca de mejores horizontes para sus vidas y sus familias”.
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