• Enfatizó Pilar Velázquez, investigadora de la UNAM, al participar en Foro Académico “Tiempos de cambio: movimientos sociales, democracia y políticas públicas” de la FILU
• También estuvieron como ponentes Anabel Ojeda, coordinadora de la Unidad de Género, y María Eugenia Guadarrama, integrante del Centro de Estudios de Género

Ana Isabel Fontecilla, María Eugenia Guadarrama y Anabel Ojeda participaron en la Mesa 8 del Foro Académico

Paola Cortés Pérez

Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo

07/09/2022, Xalapa, Ver.- La domesticidad es uno de los grandes obstáculos a atender para comprender casi la totalidad de los problemas que enfrentan las mujeres, así que en estos momentos deben tomar la decisión de inmovilizarse por el miedo o continuar por la lucha, expresaron las ponentes de la Mesa 8 del Foro Académico “Tiempos de cambio: movimientos sociales, democracia y políticas públicas”.

La mesa intitulada “Violencias de género: desigualdad, acoso e inseguridad laboral; violencia física y vulnerabilidad social y jurídica” se realizó la tarde del martes 6 de septiembre en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, en el marco de la 27ª Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2022.

Participaron Pilar Velázquez Lacoste –a distancia–, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México; Anabel Ojeda Gutiérrez, coordinadora de la Unidad de Género, y María Eugenia Guadarrama Olivera, integrante del Centro de Estudios de Género.

Pilar Velázquez explicó que la domesticidad es el espacio que en la modernidad se define como algo totalmente distinto al que conocemos como público y privado; tiene una lógica de interacción y actores específicos, que establecen relaciones sociales en función de un principio de desigualdad natural.

“Es uno de los obstáculos más importantes en la consolidación de la democracia contemporánea, en materia de derechos humanos, ya que dificultan las relaciones de igualdad, de justicia, de autonomía, de libertad, en aquellos espacios fuera de lo domestico.”

En tanto, Anabel Ojeda dijo que la idea de desigualdad desde el hogar –se piensa que es justa y legítima– no permite que las mujeres existan como titulares de derechos sino como receptoras o depositarias de los mismos.

Especialistas reflexionaron sobre las violencias de género, violencia física y vulnerabilidad social y jurídica

“El camino es largo, vamos avanzando y tenemos que seguir empujando; estamos en un momento de crisis, de parteaguas, entre lo que nos inmoviliza de miedo o seguir. La mayoría hemos elegido continuar.”

María Eugenia Guadarrama dedicó su intervención a las estudiantes de nivel superior, por lo que habló sobre la violencia en el ambiente universitario. “El nombre de la mesa es largo porque la problemática es tan amplia, diversa e inabarcable, que no cabe en un solo título”.

Señaló que el ambiente universitario no escapa a la escalada de violencia, ni los que conviven en él son ajenos a esta problemática; por ello, se deben multiplicar los esfuerzos para evaluar y transformar al estudiantado y todos los integrantes de la comunidad universitaria.

Las especialistas participantes fueron moderadas por Ana Isabel Fontecilla Carbonell, investigadora en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales. Asistieron al encuentro la secretaria Académica y las directoras generales de las áreas académicas de Humanidades y Artes, Elena Rustrián Portilla, Yolanda González Molohua y Beatriz Sánchez Zurita, respectivamente.