- Activistas y defensores de derechos humanos se pronunciaron en torno a la interculturalidad y al género
- Participaron en las Jornadas Interculturales de la Feria Internacional de Libro Universitario Virtual
Claudia Peralta Vázquez
14/05/2021, Xalapa, Ver.- Al participar en las Jornadas Interculturales de la Feria Internacional de Libro Universitario (FILU) Virtual 2021, activistas, defensores de derechos humanos, antropólogos y docentes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), reflexionaron en torno a la interculturalidad y al género y destacaron la situación de discriminación, racismo y desigualdad social que se vive en México.
En la Mesa 2 “Interculturalidad y género”, desarrollada el pasado 5 de mayo, participaron: Lukas Avendaño, antropólogo muxe, Amaranta Gómez Regalado, activista; Amanda Ramos García y Anabel Ojeda Gutiérrez, docentes de la UVI sede Grandes Montañas.
En la transmisión de la charla moderada por Dalia Xiomara Ceballos Romero, de la UVI, los especialistas dialogaron sobre la relación entre la interculturalidad y el género, de la negación como sujetos de derecho de muchos grupos sociales, consecuencias y limitaciones que obstaculizan el acceso a la justicia, y reconocimiento de la equidad como una característica inherente.
Amaranta Gómez, antropóloga e indígena zapoteca del istmo de Tehuantepec, resaltó que la otredad es un reto para la cultura mexicana y latinoamericana.
Luego de la proyección del documental La utopía de la mariposa, dirigido por Miguel Crespo, y en la que participa Lukas Avendaño, la activista social abordó la temática relacionada con desigualdades y discriminaciones diversas.
Comentó que este aspecto no se puede entender si no se revisa qué hay de fondo y por qué siguen arrastrándose este tipo de problemas.
“La cultura de la discriminación y el racismo están tan introyectados en la élite política, social, deportiva y cultural; esto no se puede entender si no hablamos de la discriminación en México, que es estructural y genera relaciones asimétricas, sobre todo de dominio y da origen a prácticas discriminatorias que legitiman el prejuicio, vulneran y agravan la brecha de desigualdad social.”
A propósito de lo anterior, ofreció datos del Consejo Nacional para prevenir la discriminación (Conapred), que refiere que cuatro de cada 10 mexicanos no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, y tres de cada 10 afirman lo mismo en el caso de personas que viven con VIH/SIDA.
También, seis de cada 10 mexicanos piensan que los derechos de las personas homosexuales, lesbianas, indígenas y migrantes son los que se respetan menos en este país.
Poco más de tres de cada 10 personas consideraron que la preparación insuficiente, la apariencia o la inexperiencia son los motivos por los cuales no fueron aceptados en el trabajo.
Mencionó además el poco reconocimiento que hay para los migrantes, los maltratos y abusos contra las mujeres, discriminación de personas con discapacidad, indígenas, diversidad sexual y personas transgénero.
Lukas Avendaño, antropólogo muxe y artista de performance, originario de Tehuantepec, Oaxaca, expresó que mientras no cambien esas condiciones culturales se tiene que hacer uso de la fuerza para hacer valer esas dignidades que “se nos arrebatan”.
Se refirió a la culpa que poco a poco ha ido desterrando de su cuerpo e imaginario porque frecuentemente se argumenta a partir de ello.
“Pareciera que mientras se reconoce al culpable queda eximido de toda responsabilidad.”
En vez de culpa, instó a empezar a practicar la responsabilidad que conlleva resistir esa irresponsabilidad.
Amanda Ramos propuso posicionarse en la interculturalidad como una propuesta ética y política, que no sólo reconozca la diversidad cultural, sino que se problematicen esas condiciones de no diálogo.
La activista y ecofeminista, descendiente de mujeres nahuas, expuso que ello implica partir de relaciones injustas que se configuran en las sociedades alrededor de diferencias, y estas injusticias resultan de procesos coloniales y de discriminación racial.
Dijo que el enfoque de interculturalidad crítica invita a evidenciar el problema del poder y a cuestionar continuamente los patrones que tienden a minimizar ciertos grupos y a privilegiar a otros. Por ejemplo: el machismo, racismo, clasismo y heterosexismo.
Asimismo, la interculturalidad crítica plantea acercarnos a formas no hegemónicas, a escuchar con empatía y humildad a “los nadie”.
En tanto, Anabel Ojeda manifestó que la comprensión o intento de comprensión de la interseccionalidad e interculturalidad tiene que pasar por otra forma de entender el mundo que todavía está muy lejos de la interculturalidad.
El racismo y generalización es lo que hace que estemos en una realidad tan compleja, desigual y dolorosa para muchas, lo cual se refleja en nuestros propios espacios de vida. Aún hay muchas resistencias ante la existencia de los otros, de otras formas de sentir, vivir y estar, puntualizó.
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