- Miguel Ángel Escalona, titular de CoSustenta, usó como ejemplo el conflicto surgido entre cafeticultores locales y el anuncio de un convenio entre Nestlé y el gobierno de la República
- El café no es una mercancía para los cafeticultores, es una forma de vida, afirmó el académico universitario
David Sandoval Rodríguez
18/01/19, Xalapa, Ver.- El reto de la responsabilidad social universitaria implica una forma de hacer las cosas y debe considerar el papel de la universidad pública en los procesos de acompañamiento para generar estrategias que beneficien a la sociedad, señaló Miguel Ángel Escalona Aguilar, titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta) de la Universidad Veracruzana (UV).
Al participar en el Segundo Conversatorio “Visiones sobre Responsabilidad Social Universitaria”, celebrado en la Sala “Carlos Fuentes Lemus” de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), el académico abordó el tema del convenio entre el gobierno de la República y la empresa Nestlé, con el que se busca producir café en la región.
Explicó que se firmó un convenio de colaboración e inversión para establecer en esta región una planta de transformación de café de 59 mil toneladas con miras a producir café instantáneo. La variedad que se utiliza para este tipo de café es conocida como robusta y es una especie distinta al café “de taza” que es posible adquirir y consumir en la región, esta variedad se llama arábiga.
Ello implica que no existe una superficie de café robusta en la región que atienda esta necesidad, lo cual quiere decir que se establecerán hectáreas para sembrar la varietal exigida, apuntó.
Por otro lado, “los cafeticultores de la región demandan un diálogo con el gobierno porque no quieren que se promueva el café robusta sino el café arábiga, el café que tomamos todos aquí”.
Escalona Aguilar recalcó que el café no sólo genera recursos como alimento, “para los productores es una forma de vida, es una forma de estar en la tierra, de estar en el territorio y relacionarse con las demás personas; no es una mercancía para los cafeticultores, es una forma de vida, y el cafetal no sólo es la planta de café sino la posibilidad de múltiples cultivos que están ahí y de los cuales se hace uso, directa o indirectamente”.
En ese sentido, cuestionó a los asistentes sobre cuál es el sentido de la universidad pública para entrar a este diálogo: por un lado, una necesidad de crecimiento económico importante, pero, por otro, reconocer que hay prácticas y conocimientos con los cafeticultores que han demostrado ser exitosos.
“Cuando nuestra visión ocurre solamente desde un saber o un área del conocimiento que impide ver este hecho como un sistema en donde múltiples disciplinas tienen que intervenir, se cometen errores como el que está por ocurrir si se establece el convenio en cuestión.”
Al día de hoy, numerosos grupos de la sociedad civil organizada tienen firmemente establecido el concepto de cafetal agroecológico dado que han trabajado por 20 años sobre la diversidad que ofrece el cafetal, “es una construcción social donde la gente ha innovado con base en su necesidad”, recalcó.
Es posible observar el éxito de su saber en la diversidad de marcas de café que se puede encontrar en una visita a Coatepec, “lo cual habla de que los cafeticultores han intentado buscar una estrategia económica porque saben que el valor está en la taza y no en el grano, porque se han esmerado en tener un café de calidad que la mayoría de nosotros disfrutamos”.
El académico, quien imparte en posgrado el curso Seguridad y Soberanía Alimentaria, ha intentado establecer un diálogo entre los estudiantes y los productores en el centro experimental que tiene el Consejo Regional del Café de Coatepec.
“El resultado del semestre fue muy interesante porque se dieron visitas recíprocas y uno de los elementos más importantes fue buscar la construcción del conocimiento a través del diálogo”, comentó; “me parece que de esto se trata cuando hablamos de la construcción de la responsabilidad social universitaria; no es una ‘palomita’ para que la Universidad tenga un certificado sino es una forma de estar en la Universidad, de vivir dentro y fuera de ella, ése es el reto que tenemos para todos los que estamos en la institución”, destacó.
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