- Casi todos los medios de la época ocultaron el movimiento, de lo que hablaban era de una conspiración comunista, dijo Víctor Arredondo
David Sandoval Rodríguez
09/10/18, Xalapa, Ver.- Para los participantes del movimiento estudiantil de 1968, el fenómeno representa varias cosas, principalmente la constatación de que la universidad simboliza la conciencia crítica de la sociedad.
Así lo plantearon algunos de los invitados a la mesa redonda “El movimiento del 68: de la Ciudad de México al estado de Veracruz”, que se realizó en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV)
El evento, realizado el lunes 8 de octubre es parte de las Jornadas Académicas “De Tlatelolco a Ayotzinapa. Un paso adelante y tres atrás” y contó con la presencia de Fernando Hernández Palacios, Víctor Arredondo Álvarez, Emilio Reza, Jorge Sánchez Sosa y Jorge Ortiz Escobar, quienes fueron moderados por Ernesto Fernández Panes, académico de la UV.
Ortiz Escobar recalcó que en 1968 se generó una efervescencia internacional de diversos movimientos y para el caso de México fue el momento en que se evidenció “la obediencia y silencio que prevalecía en todos los ámbitos, y no se diga en el familiar”.
Fue este movimiento el que “a nivel mundial acreditó plenamente que la universidad, como institución social, sigue siendo y es la conciencia crítica de la sociedad”, apuntó.
Por su parte, Fernando Hernández y Emilio Reza relataron sus experiencias como parte de los grupos y brigadas que se crearon a partir del movimiento en la Ciudad de México y cómo en sus respectivos casos se pudo constatar el apoyo que tenían por parte de la ciudadanía, así como también de la intolerancia gubernamental.
Emilio Reza puntualizó que, contrario a la percepción del movimiento estudiantil como un parteaguas de la historia mexicana, dijo, “no hay tal, venimos luchando desde la época de la Colonia y del movimiento ferrocarrilero de 1958”.
Por otro lado, Hernández Palacios y Sánchez Sosa, quien participó mediante un mensaje grabado, relataron respectivamente sus historias en las regiones de Córdoba y Orizaba, donde tuvieron que esconderse para no ser atrapados por el ejército y la policía secreta a raíz de la toma de escuelas; acción acordada en la capital del país para dar notoriedad y apoyo al movimiento.
Hernández Palacios señaló que al hablar con jóvenes que participaron en el movimiento “Yosoy132” contra el presidente Enrique Peña Nieto, les dijo: “Si en 1968 hubiéramos tenido redes sociales, Díaz Ordaz hubiera caído”, al hacer referencia al interés de los estudiantes en aquella época por saber más del movimiento y apoyarlo.
En su turno, Víctor Arredondo recordó que uno de los espacios cruciales de la sociedad en aquella época era la universidad pública, donde se obtenía información privilegiada y se conocía lo que ocurría en otras partes del mundo.
“En esta generación empieza a haber una volcadura natural de los jóvenes a preocuparse por su realidad y, lo más importante, qué hacer para cambiarla.”
Recordó también que “prácticamente todos los medios de comunicación mantenían una corriente falsa y toda una forma de propaganda pagada por el gobierno para crear condiciones de incertidumbre”.
Este hecho fue recordado tanto por Reza, Hernández Palacios y el propio Fernández Panes, quienes refirieron la idea que se expresaba en casi todos los medios de la época de una conspiración comunista orquestada desde el exterior, alimentada por la Revolución cubana de 1959.
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