- Cambio climático e incremento en temperaturas son las principales causas, indicó especialista de la UNAM
- Los insectos causan daños al penetrar la corteza y cavar galerías en los árboles
Jorge Vázquez Pacheco
03/12/2019, Xalapa, Ver.- Ek del Val de Gortari, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el cambio climático y el progresivo ascenso en la temperatura afectan positivamente el ciclo de vida de los insectos, lo cual es preocupante ante las agresiones a los bosques de pinos por la sobreabundancia de escarabajos descortezadores, particularmente de la especie Dendroctonus mexicanus.
La especialista en Interacciones Bióticas en Hábitats Alterados ofreció la conferencia “Comunidad de escarabajos descortezadores en bosques manejados ante el cambio climático”, el viernes 29 de noviembre en el Aula Magna de la Facultad de Derecho, como parte del simposio “Los bosques en un escenario de cambio climático” organizado por el Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Veracruzana (UV).
Ilustró mediante gráficas cómo la elevación en la temperatura ha implicado modificaciones en rangos altitudinal y latitudinal. “Estudios en Inglaterra nos indican que los áfidos (o pulgones) emergen de sus pupas entre tres y siete días antes que hace 25 años”, mencionó.
¿Qué significa eso? Que agreden las plantaciones cuando los cereales apenas comienzan a crecer y sin madurar debidamente. Si esos ataques no son controlados, podrían ocasionar escasez en alimentos.
Comentó que muchas especies de insectos han incrementado su rango de distribución, se les encuentra por encima de dos mil 200 metros sobre el nivel del mar (altitud no apta anteriormente), varias especies de mariposas no migratorias aumentaron su población y algunas libélulas han sido capaces de llegar hasta los polos. “Los inviernos más cortos y calientes, así como la primavera adelantada, aceleran el ciclo de vida de los insectos”.
Lo anterior afecta sensiblemente los bosques de coníferas en nuestro país; en 2013 había un millón de hectáreas infestadas por los descortezadores, mismos que dañan al penetrar la corteza y cavar galerías en los árboles.
Hoy la incidencia es aún mayor, particularmente en entidades como Oaxaca, Michoacán, Durango y Chihuahua, así como la infestación en latitudes que no les eran propicias a estos escarabajos. Los pronósticos climáticos son nada alentadores; una opción será recurrir a las plantaciones de árboles menos susceptibles de sufrir infestación y, por añadidura, no ceder en los trabajos de monitoreo.
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