- Ligia Donají Ramos Soto abordó el tema desde la comunicación intersubjetiva
- Su investigación, en etapa de análisis, da cuenta de la resiliencia mostrada por niños y niñas entre los nueve y 12 años
- La comunicación intersubjetiva aborda escenarios cotidianos y construcción de sentido en las interacciones personales
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: Omar Portilla Palacios
14/07/2023, Xalapa, Ver.- Ligia Donají Ramos Soto, alumna de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV), desarrolla una investigación que recoge experiencias pandémicas desde las voces de niñas y niños en edad escolar, bajo el enfoque de la comunicación intersubjetiva.
Su ingreso a la sexta generación del posgrado, adscrito al Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), obedeció a diversas inquietudes e intereses personales a partir de su acercamiento y familiaridad con la cultura, la escritura, y a su profesión como comunicóloga.
La maternidad también es un factor importante que la llevó a reflexionar y a estudiar las infancias para llegar a las subjetividades, a las emociones de las niñas y los niños; temática generalmente abordada desde la psicología social o antropología, más no desde la comunicación.
“Primera persona del plural. Comunicación intersubjetiva en narrativas infantiles en etapa de pandemia como viabilizadora de emociones para construir consensos”, es el título del estudio, actualmente en etapa de análisis.
Explicó que la comunicación intersubjetiva se enfoca en el abordaje de escenarios cotidianos y construcción de sentido dentro de las interacciones personales.
“Más allá del abordaje mediático o de las industrias culturales a las que muchos estábamos acostumbrados, este tipo de comunicación se dirige más a la construcción de sentidos colectivos; la pandemia fue una etapa de urgencia en la que nos tuvimos que comunicar para sobrevivir, y entonces los sentidos cambiaron.”
Para la escritora y comunicóloga, la investigación centrada en reflejar las emociones y sentimientos de las y los infantes también muestra un enfoque renovado de las ciencias sociales, en el que ahora la niñez se contempla como actor social y no como una extensión del adulto.
“Las infancias no son extensiones adultocéntricas, son seres con inteligencia y criterio, también tienen agencia en el hacer social.”
Ramos Soto dio a conocer que las niñas y niños que formaron parte de su estudio, al inicio de la pandemia y de la propuesta tenían entre nueve y 10 años. Entre ellos había un vínculo marcado por la amistad y el compañerismo, pues varios compartían salón de clases.
Por el distanciamiento social, el diálogo para conocer la convivencia de este sector con familiares y amistades fue por vía remota.
Conforme se dio la transición a espacios físicos, pudo realizar dos sesiones de taller presencial, pues el fin era lograr esa interacción para indagar en sus emociones.
Además, la metodología del trabajo infiere la importancia de que exista confianza entre la investigadora y el grupo de estudio, para que, justamente, hablen de sus subjetividades con alguien conocido.
Al hacer un comparativo de las competencias comunicativas entre el periodo de inicio de la intervención y el actual, Ligia Donají pudo notar una transformación que alude a la etapa de pubertad por la que atraviesan hoy en día.
“Aun así, el análisis de la conversación fue una herramienta para obtener esas subjetividades, me dejó ver que hay ciertas intenciones en partículas del habla que ellos manifiestan, a lo mejor, no de manera explícita.”
Es decir, la resistencia a acciones que tuvieron que hacer en pandemia, ellos las manifiestan a través de ciertas gestualidades o palabras.
Lejos de la idea asociada a un aislamiento de los y las menores, y un contacto aún mayor con dispositivos electrónicos, la investigadora se sorprendió al percatarse de otro tipo de vivencias, pues a diferencia de los adultos, ellos no tuvieron miedo.
Asumieron el hecho con resiliencia y con la postura de que debían cuidarse, vivirlo y asumirlo con naturalidad e inteligencia.
“Al inicio estaban más asustados, pero tiene mucho que ver con lo que vivían en casa y percibían de sus cuidadores.”
En este proceso de la investigación, Ligia Donají, originaria de la ciudad de Veracruz, trabaja en la interacción infante-acompañante, que consiste en estudiar la influencia existente entre ambos actores.
“Estoy satisfecha de ver cómo se abordan actualmente los estudios sociales, y se transforma la manera de acercarse a las problemáticas, el cambio del paisaje social no tiene fin.”
Destacó que la comunicación intersubjetiva es una postura teórica de reciente creación, liderada por la investigadora española Marta Rizo García.
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