• Andrey Ariel Abad Medina, cursa el quinto semestre de la carrera de Química Farmacéutica Biológica (QFB) 
• Emplea modelos murinos para inducir esta enfermedad, caracterizada por la disminución de glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas 

Andrey Ariel Abad Medina analizará extractos naturales para generar un nuevo tratamiento contra la anemia aplásica

Claudia Peralta Vázquez 

Fotos: Claudia Peralta y cortesía Andrey Ariel Abad 

21/11/23, Xalapa, Ver.- Para lograr revertir el daño ocasionado por la anemia aplásica, enfermedad caracterizada por la disminución de glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas, Andrey Ariel Abad Medina, alumno de séptimo semestre del programa educativo (PE) de Químico Farmacéutico Biólogo (QFB ), estudiará algunos extractos naturales para generar un nuevo tratamiento que beneficie a personas que la padecen.   

La anemia aplásica se llega a presentar por dos factores: hereditario o adquirido, éste último es el más común y se genera por la exposición a la radiación, solventes e insecticidas que pueden ser tóxicos. 

Sin embargo, diversos estudios han determinado que la intoxicación por fármacos es lo que la produce, especialmente por antineoplásicos empleados para el tratamiento de cáncer que buscan eliminar cualquier célula sanguínea del cuerpo.  

Por lo anterior, la investigación desarrollada por Andrey, bajo la dirección de Eduardo Rivadeneyra Domínguez e Isaac Zamora Bello, académicos de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB), consiste en inducir la anemia aplásica en un modelo murino, específicamente en una rata, por medio de fármacos de venta comercial. 

El joven, apasionado de la hematología, ciencia que estudia todos los componentes sanguíneos, comentó que su ingreso a esta carrera obedeció a su deseo por ayudar a las personas por medio de la ciencia dentro del área clínica. 

“Nosotros estamos tratando de implementar una anemia aplásica en una rata para encontrar un nuevo tratamiento y alternativa”.

El estudio lo realiza en el Laboratorio de Farmacotoxicología de la Facultad de QFB, donde cursa sus estudios

El objetivo radica en revertir los síntomas de este síndrome en los pacientes, tales como: fatiga, debilidad, cansancio, defensas bajas, y sangrados que pueden llegar a ser mortales. 

En la actualidad, los pacientes son sometidos a procesos quirúrgicos muy dolorosos como los trasplantes de médula ósea, los cuales también son costosos. Sin embargo, muchas personas los rechazan debido a sus creencias religiosas. 

Aquí es donde sobresale el aporte de dicha investigación, en el análisis de diversos extractos que se pueden hallar en la naturaleza. 

“Sabemos que tratamientos hay muchos, pero no al alcance de todas las personas, solo unos cuantos pueden costearlos, además, suelen ser agresivos y sumamente dolorosos”. 

Andrey Abad señaló que la alternativa consiste en hallar distintos extractos naturales que ayuden a regenerar el tejido que se sustituye en nuevas células sanguíneas. 

Actualmente, su estudio, el cual forma parte de la experiencia educativa (EE) de Experiencia Recepcional, se encuentra en una etapa piloto, misma que desarrolla en el Laboratorio de Farmacotoxicología, donde induce anemia aplásica en ratas. 

“Estamos realizando ensayos sobre la dosis y tiempo de exposición, para que, una vez teniendo nuestro modelo completo, podamos pasar a la parte de los extractos y ver qué tan eficaces pueden ser”. 

A la fecha, se han hecho dos ensayos con resultados prometedores: “Todavía no podemos decir que inducimos una aplasia total, pero si podemos decir que estamos entre un 80 y 90 por ciento de lograrlo; esperamos hacer el tercero y el definitivo para empezar con la parte de extractos”. 

La investigación consiste en inducir anemia aplásica en un modelo murino

Subrayó la innovación de su estudio que, comparado con otro en el que también emplean modelos murinos, a estos los modifican genéticamente para que adquieran la anemia aplásica de nacimiento. 

“Hemos buscados diversos artículos y en ninguno habla de lo que nosotros estamos haciendo de inducir la anemia aplásica, ellos la generan genéticamente”, puntualizó. 

Prevé que entre enero y febrero del siguiente año inicie las pruebas con extractos naturales, y obtener resultados favorables en beneficio de los pacientes. 

En un futuro, espera continuar con el análisis de diferentes extractos, pues hay muchos por investigar todavía. 

Añadió que no significa que lo natural sea del todo seguro, y enfatizó que no se trata de un medicamento como tal, debe considerarse como un suplemento, una ayuda o una alternativa. 

“Es por eso que queremos probarlo, para que las personas se sientan libres de consumirlo y no les cause algún daño, por el contrario, ayude a mejorar su salud”.