- En la Mesa 1 “Identidad y búsqueda”, en el marco del evento Testimonios Volumen 3 “Cruzar la frontera México-USA”, organizado por la Facultad de Idiomas
- Se presentaron cuatro entrevistas realizadas a mujeres y hombres que hicieron la travesía por el río y el desierto en busca de una mejor calidad de vida
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
08/11/2024, Xalapa, Ver.- Estudiantes de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV) dialogaron y reflexionaron sobre el tránsito, experiencias y emociones de mujeres y hombres que han migrado ilegalmente a los Estados Unidos (EEUU), en el evento Testimonios Volumen 3 “Cruzar la frontera México-USA”.
El conversatorio fue organizado por la experiencia educativa (EE) optativa Literatura Escrita por Latinos en EEUU y la EE Literatura en Lengua Inglesa, ambas se imparten en la Facultad de Idiomas.
En el Salón Azul de la Unidad Académica de Humanidades se llevó a cabo La Mesa 1 “Identidad y búsqueda”, bajo la moderación de Natalia Ramone, egresada de la UV. En ella participaron los alumnos: Ángel Domínguez García, Itandehui Lara, Adriana González Torres y Valeria Aguilar Barón.
A través de la narración de entrevistas que realizaron a personas que “cruzaron al otro lado” –en referencia a la frontera norte– en busca de mejorar su vida y su situación económica, los universitarios mostraron los peligros, las preocupaciones, las tristezas y los miedos de quienes han tenido esta experiencia.
Ángel Domínguez dio lectura la historia de una amiga cercana, de origen venezolano que fue estudiante en la UV y vivió una temporada en Coatzacoalcos, al final sus padres decidieron migrar a los EEUU en busca de mejorar la economía familiar.
“Para mí fue difícil enterarme de todas las situaciones que atravesó una amiga muy cercana a la que quiero tanto, desde vender todas sus pertenecías –incluida su ropa– hasta haber estado presa. Llegó un momento en que lloré por lo que vivió, ahora me da gusto saber que tiene una vida más tranquila allá”, expresó.
Itandehui Lara, en su participación intitulada “Entre jaulas mentales y fronteras físicas”, presentó la historia de Carmelita, una amiga cercana de su mamá que cruzó la frontera en dos ocasiones, la primera vez junto con su esposo y con dos meses de embarazo. Caminó por días en el desierto, atravesando cerros, con poca comida y agua.
En la segunda ocasión fue capturada por las autoridades migratorias norteamericanas, experiencia que fue muy triste para ella.
“Decidí entrevistarla, ella pensaba que su testimonio no valía la pena, pues consideraba que no trabajó como su esposo, pesé a que se dedicó a limpiar casas. Es relevante rescatar la voz de las mujeres que se van a Estados Unidos para ofrecer una mejor vida a sus hijos.”
En la ponencia “Es hora de irme”, Adriana González leyó la experiencia de Daniel, amigo de la infancia de su hermano. Desde pequeño tenía la idea de progresar y pensó que la mejor opción era migrar a los EEUU; comunicó a sus padres que al cumplir los 18 años se iría a trabajar de manera legal o ilegal.
A los 19 años decidió irse, le pagaba a un abogado para conseguir un permiso legal, pero como el proceso ya se había retrasado mucho le tomó la palabra a un amigo que le dijo que se irían con un “coyote” que le recomendaron sus familiares.
Daniel le contó que fue el primer año un sufrimiento, se aprovechan de los migrantes ilegales para explotarlos laboralmente, pero todas las experiencias que vivió lo hicieron más fuerte y ahora a tres años y medio de vivir en EEUU ya se acopló a la cultura e idioma, su esposa e hija viven con él y tiene muchos planes de negocio.
Valeria Aguilar compartió las vivencias de su tía (hermana de su mamá) en la charla “Cómo atravesar otro desierto”. Actualmente tiene 65 años de edad y trabaja como empleada doméstica en el país vecino del norte. Recuerda que llegó legalmente para liquidar sus deudas económicas, especialmente la hipoteca de su casa que tiene en territorio mexicano.
Aunque fue muy triste y agotador para ella, el trabajo allá le permitió dar educación a sus hijos, pagó sus deudas y ahora tiene una casa que le dieron sus patrones; sin embargo, pesé a vivir tranquila no aconsejaría a las personas “cruzar la frontera” porque el camino es muy peligroso y nunca se deja de extrañar el lugar donde uno creció.
Todos los testimonios presentados coincidieron en un punto: no recomiendan ni aconsejan a las personas viajar ilegalmente a territorio norteamericano, por los peligros a los que están expuestos, no sólo por los animales venosos.
Como parte de la mesa de diálogo también se llevó a cabo el “Interludio en verso libre”, una lectura de poesía por Lorena Huitrón, escritora y docente de la Facultad de Letras Españolas.
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