Ciencia

Analizar comportamiento de abejas, base para la conservación

  • Dulce Rodríguez, académica del Instituto de Neuroetología de la UV, realiza investigaciones con alumnos de posgrado 
  • Se han enfocado en la producción de cafetales con abejas nativas de México 

 

Dulce Rodríguez Morales, académica del Instituto de Neuroetología, recalcó la importancia de las abejas en la polinización

 

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: Luis Fernando Fernández (1) y cortesía Dulce Rodríguez Morales (2, 3 y 4)

05/03/2025, Xalapa, Ver.- Dulce Rodríguez Morales, académica e investigadora del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), compartió detalles sobre las investigaciones en torno al comportamiento de las abejas en cafetales de la región de Veracruz, destacando su papel crucial en la polinización y su impacto en la producción agrícola. 

A nivel mundial, las abejas son responsables de polinizar aproximadamente el 90% de las especies vegetales, y en México se estima que el 75% de los cultivos dependen directamente de ellas. Refirió que nuestro país alberga cerca de 50 mil especies de insectos, de las cuales alrededor de dos mil son abejas; sin embargo, no solo ellas contribuyen a la polinización, otros insectos como las moscas, mariposas y escarabajos también desempeñan un papel relevante en este proceso. 

Veracruz es una de las entidades que se caracterizan por la presencia del bosque mesófilo de montaña, es en estas regiones del estado que se cultivan los cafetales de sombra, los cuales son especialmente favorables para la diversidad de abejas nativas. 

 

Explicó que los cafetales son beneficiados por la presencia de las abejas

 

Estas áreas, que conservan árboles y otras especies vegetales, promueven un hábitat ideal para las abejas, cuyo forrajeo efectivo favorece la polinización del café, incrementando la calidad y cantidad de la producción. 

Rodríguez Morales destacó que las investigaciones realizadas con sus estudiantes de posgrado se llevan a cabo en conjunto con los cafeticultores locales en comunidades como Mahuixtlán, Huatusco y Coatepec. 

“Somos pioneros en las investigaciones sobre el comportamiento y la conducta de las abejas utilizadas para forrajeo en esta región”, apuntó la académica. 

Los productores, con su experiencia y conocimiento del territorio, han sido aliados clave para identificar nidos de abejas nativas y monitorear su actividad en los cafetales. Además, se ha promovido la introducción de abejas sin aguijón, conocidas como meliponas, lo que ha demostrado mejorar tanto la polinización como la producción de café en estas regiones. 

 

Alumnos de posgrado realizan trabajos en colaboración con cafeticultores

 

Sin embargo, observó que dichas abejas, conocidas popularmente por su producción de miel, son una especie introducida en México entre 1760 y 1770. Esta especie ha tenido impacto en las abejas nativas, compitiendo por recursos y afectando su comportamiento. 

“Estudiar el comportamiento de forrajeo de estas abejas nos va a permitir saber si realmente están realizando una polinización efectiva”, comentó. 

Es una de las razones por las cuales las investigaciones sobre sus conductas, realizadas desde el Instituto de Neuroetología, se centran en estudiar cómo estas interacciones influyen en la polinización en cafetales, identificando estrategias para minimizar los efectos negativos en las especies locales. 

“Muchas de las abejas nativas hacen sus nidos en la tierra, en troncos, utilizan las hojas de las plantas, las cortan y hacen pequeños nidos; entonces, conservar en óptimas condiciones las áreas naturales que tenemos, así como tratar de no usar insecticidas o pesticidas, favorece a la comunidad de insectos en general y a las abejas que podemos encontrar asociadas a estas áreas, que además tienen una repercusión positiva justamente en la polinización de muchos cultivos, no solo del café. Recordemos que estamos en una zona que tiene alta producción de varias especies cultivadas que dependen de los insectos”, detalló. 

 

La investigadora subrayó que se deben compartir los conocimientos con las nuevas generaciones para ayudar a la conservación

 

La investigadora recalcó que el bosque mesófilo de montaña es un ecosistema único y altamente amenazado que ocupa solo el 1% del territorio nacional, por ello preservarlo es fundamental para conservar la biodiversidad y para el sustento de muchas familias que dependen de la producción de café. 

Dicha conservación del hábitat incluye evitar el uso de pesticidas, proteger áreas naturales y promover prácticas agrícolas que favorezcan la coexistencia de especies nativas y exóticas. En este sentido, desde el Instituto de Neuroetología también se impulsan iniciativas de divulgación y educación, tanto a nivel local como internacional, entre ellas: la participación en foros, la publicación de artículos científicos y actividades de sensibilización en comunidades rurales, con el objetivo de transmitir la importancia de las abejas y el bosque mesófilo de montaña. 

Rodríguez Morales enfatizó en la necesidad de involucrar a las nuevas generaciones en este esfuerzo, fomentando la educación ambiental desde edades tempranas para que los niños conozcan su entorno y se conviertan en agentes de cambio en la conservación de los ecosistemas. 

Es gracias al trabajo coordinado entre investigadores, cafeticultores y comunidades locales que estas iniciativas están ayudando a garantizar un futuro más sostenible para los cafetales, las abejas y el medioambiente.