• Esta entidad universitaria, coordinada por la Dirección General de Vinculación a través del Departamento de Vinculación Social, brinda atención a personas de Coyopolan, Tlalchi, Alameda, Atecaxi, Monte Grande, El Zapote, Buenavista y Chichicazapan
• Pasantes de las carreras de Médico Cirujano, Cirujano Dentista, Nutrición y Enfermería brindan servicios a los pobladores

Casa UV de Coyopolan

Carlos Hugo Hermida Rosales

13/02/19, Xalapa, Ver.– La Casa de la Universidad Veracruzana (UV) de Coyopolan, que se encuentra en la comunidad del mismo nombre ubicada en Ixhuacán de los Reyes, es un referente para este municipio ya que brinda atención a personas de las localidades de Coyopolan, Tlalchi, Alameda, Atecaxi, Monte Grande, El Zapote, Buenavista y Chichicazapan.

Luz Divina Morales Tlaxcalteco, coordinadora de la Casa UV, de la Dirección General de Vinculación, relató que los servicios brindados varían de acuerdo a los prestadores de servicio social con los que se cuente, y que en la actualidad son pasantes de las carreras de Médico Cirujano, Nutrición y Enfermería, Cirujano Dentista.

“Los habitantes de la región no cuentan con servicio médico, y cuando necesitan de un doctor deben acudir a las poblaciones de Teocelo o Monte Grande, por lo que los jóvenes universitarios son de una gran ayuda para ellos.”

Añadió que aparte de los servicios mencionados, la Casa UV Coyopolan ofrece periódicamente distintos talleres, entre ellos el de computación, elaboración de quesos, salsas y mole, “los cuales han sido posible gracias al apoyo de instituciones como la Facultad de Biología y el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Veracruz”.

María Luz Valdivia Colorado fabrica mermelada de zarzamora

Guadalupe Valdivia Córdoba, ama de casa de Coyopolan, aprendió a elaborar salsas de chile seco con cacahuate y ahora las comercializa junto con otras mujeres.

“Varias de nosotras aprendimos a hacer este producto aprovechando los ingredientes que hay en la región. Es una gran ayuda ya que aquí subsistimos principalmente del campo y en los últimos años las heladas han destruido muchas cosechas”, relató.

María Isabel Valdivia Córdoba, de la misma localidad, comentó que en la Casa UV Coyopolan tomó un curso de computación, aprendió primeros auxilios y a elaborar yogurt casero.

“El curso de primeros auxilios me ha sido de gran utilidad pues lo que me enseñaron allí lo he puesto en práctica con mis abuelos, que son personas de avanzada edad.”

La señora añadió que si alguien de la región tiene una emergencia médica puede visitar al doctor sin importar la hora, ya que siempre los atiende con mucho profesionalismo.

María Luz Valdivia Colorado, quien reside en la comunidad de Atecaxi, narró que junto con su familia elabora licor y mermelada de zarzamora, y que la Universidad les apoya con frascos y su venta.

Luz Divina Morales Tlaxcalteco

“En la Casa UV de Coyopolan nos ayudaron con el diseño de la etiqueta de nuestro producto, y gracias a ello aumentó el número de pedidos que nos hacen”, afirmó.

Franco Santamaría García, médico pasante que realiza su servicio social en Coyopolan, declaró que laborar aquí ha sido una experiencia muy provechosa para él: “Soy oriundo de una comunidad parecida a ésta, por lo que ya conozco el tipo de carencias que padecen estas poblaciones. Aparte de las necesidades médicas, existen otras muchas más grandes, para lo cual debo hacer uso de mi lado humano”, enunció.

El joven explicó que en estas localidades la medicina preventiva juega un papel fundamental, ya que la gente desconoce el origen de muchas enfermedades y esta ignorancia impide que tomen las debidas precauciones para no adquirirlas.

Diana Itzel Vázquez Sotelo, pasante de la Licenciatura en Cirujano Dentista, aseguró que realizar su trabajo como odontóloga es algo que la ha ayudado a fortalecer sus conocimientos y le ha brindado seguridad para atender pacientes en el futuro.

Declaró que el trato de la gente de la región hacia ella ha sido excelente, ya que le cuidan mucho y siempre están al pendiente de sus necesidades inmediatas y de que no le falte nada.

Franco Santamaría García y Diana Itzel Vázquez Sotelo