- Miembros de la UV, la UNAM, la UAM, la AMC, la UVM y la UANL participaron en el Foro Interuniversitario “Jornadas de reflexión sobre el sistema de ciencia, tecnología e innovación que demanda el futuro”
- Señalaron que el presupuesto en México no es acorde a los discursos ni a las leyes
“Para rendir frutos, la investigación en ciencia básica requiere un financiamiento continuo y a largo plazo, limitarlo o recortarlo truncaría las posibilidades de un mejor futuro para nuestro país”:Susana Lizano
Claudia Peralta Vázquez
06/05/2021, Xalapa, Ver.- En el Foro Interuniversitario “Jornadas de reflexión sobre el sistema de ciencia, tecnología e innovación que demanda el futuro”, investigadores del país se pronunciaron el pasado 28 de abril por un mayor apoyo a la ciencia y garantías para ejercer la libertad de investigación.
En el marco de este encuentro organizado por universidades públicas y privadas de México, cuyo objetivo fue generar un diálogo entre voces plurales de la comunidad académica sobre las características que debe tener un sistema de ciencia, tecnología e innovación, los participantes de la Mesa 8 vertieron sus opiniones en torno a la importancia del apoyo a la ciencia básica en un ambiente de libertad de investigación.
Participaron: Susana Lizano Soberón, de la Academia Mexicana de Ciencias; William Henry Lee Alardín, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Sergio Revah Moiseev, de la Universidad Autónoma Metropolitana; Lilian Calderón Garcidueñas, de la Universidad del Valle de México, y Juan Manuel Alcocer González, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Susana Lizano habló de la necesidad de generar una libertad de investigación dentro de los más altos estándares científicos y éticos a través de una evaluación por pares. Dijo que la ciencia básica genera bienestar y desarrollo, y en este tenor los gobiernos deben tener claro que invertir en ello representa favorecer el conocimiento y el futuro.
“Para rendir frutos, la investigación en ciencia básica requiere un financiamiento continuo y a largo plazo, limitarlo o recortarlo truncaría las posibilidades de un mejor futuro para nuestro país.”
Desde su perspectiva, William Henry Lee catalogó al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como un articulador importante desde el gobierno hacia la comunidad científica y académica para facilitar el trabajo de los entes públicos de investigación, pues deriva en un beneficio a largo plazo.
Sin embargo, durante muchos años el presupuesto en México no ha ido acorde a los discursos ni a las leyes. Opinó que los problemas de desigualdad, pobreza y falta de oportunidades nada tienen que ver con un gasto desproporcionado en inversión, sino por el contrario, se debe al carente presupuesto asignado a la ciencia, tecnología e innovación durante décadas.
Por su parte, Sergio Revah refrendó la importancia del apoyo a la ciencia básica en un ambiente de libertad de investigación. “La investigación usa al conocimiento como el principal insumo y tras una indagación metódica crea y hace avanzar las fronteras de ese conocimiento”.
Por tanto, el apoyo a la investigación básica requiere de una iniciativa firme, sostenida, despolitizada y transparente, para ser el cimiento donde se construya el sistema de ciencia, tecnología e innovación al que todos aspiran, agregó.
En ese sentido, expresó la necesidad de contar con un diagnóstico del estado de la ciencia y la innovación sobre el cual puedan establecerse metas y compromisos, entre ellos: apoyos formales de recursos, financiamiento a la ciencia básica, respaldo a posgrados, reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del trabajo de los investigadores, incluidos los de universidades privadas.
Asimismo, mantenimiento de laboratorios nacionales creados con recursos de la nación, apoyo para tener disponibles bases de datos, y ampliación de la cobertura a las instituciones de educación superior con menos recursos, entre otros aspectos.
En tanto, Lilian Calderón indicó que la problemática relacionada con la libertad de investigación no es particular ni propia de México, pues también se experimenta en Estados Unidos.
Dijo que la libertad de investigación se refiere al derecho absoluto de publicar los resultados sin interferencia alguna. No obstante, el conflicto no radica en decidir sobre la autonomía de la temática de investigación, sino en el impacto y presión de grupos de colegas “que no tienen ni la más remota idea de lo que es investigar, ni tienen la experiencia y entrenamiento adecuado”.
Juan Manuel Alcocer opinó que uno de los problemas más importantes en México es la falta de participación y consideración para definir la política de ciencia, tecnología e innovación.
“En nuestra comunidad académica y científica hay convergencias y no divergencias porque padecemos lo mismo, como la falta de financiamiento a la investigación básica.”
Expresó que la disminución de los presupuestos y de programas de apoyo financieros a la investigación básica obedece a la política central del gobierno, también producto de una crisis global.
“Depender del conocimiento es fundamental para que un país pueda aspirar a un desarrollo, no sólo para crear el bienestar de la población.”
Por lo anterior, urgió a la creación de mecanismos para hacer entender a la clase política actual y venidera que invertir en ciencia es fundamental.
En esta mesa, moderada por Susana López Charretón, de la UNAM, también comentaron al respecto los investigadores: Carlos Manuel Contreras (UNAM-UV); María de Jesús Rosales (Cinvestav); Andreu Comas (Universidad Autónoma de San Luis Potosí), y Adolfo Sánchez Valenzuela (Centro de Investigación en Matemáticas, A.C.).
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