- Jorge Sánchez-Mejorada subrayó que la niñez y la adolescencia son etapas cruciales para el desarrollo de los lóbulos cerebrales relacionados con el juicio y la razón
- El coordinador del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) impartió charla en Facultad de Contaduría y Administración
Paola Cortés Pérez
Fotos: Luis Fernando Fernández
16/11/2022, Xalapa, Ver.- Las neurociencias evidencian que el consumo excesivo de alcohol antes y durante la adolescencia ocasiona daños irreparables en el cerebro, advirtió Jorge Sánchez-Mejorada Fernández, coordinador del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador participó en la celebración del Día Nacional Contra el Uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas, que organizó el Cendhiu y la Comisión Estatal contra las Adicciones de la Secretaría de Salud y Servicios de Salud de Veracruz (Sesver).
Ante decenas de universitarios que se dieron cita en el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración, Jorge Sánchez-Mejorada dijo que desde el pasado se han tenido maneras distintas de restringir el consumo de alcohol entre la población, no sólo por las implicaciones sociales, sino por sus efectos en la salud.
Mencionó que desde hace 20 años se conoce que el proceso de desarrollo y maduración del cerebro se da entre los 21 y 22 años de edad; entonces, la niñez y la adolescencia son etapas cruciales para el desarrollo –particularmente– de los lóbulos cerebrales relacionados con el juicio y la razón.
Una capacidad relevante del cerebro es la plasticidad, que permite modificar sus estructuras al acceder a nuevos aprendizajes. En los picos de plasticidad se crean nuevas conexiones neuronales, que serán clave para convertirse en adultos en pleno funcionamiento.
Sin embargo, si un niño y/o adolescente consume alcohol en exceso durante el periodo de plasticidad máxima puede dañar seriamente los enlaces cerebrales. Específicamente se afectan dos áreas: el hipocampo, encargado de activar las tareas de la memoria y del aprendizaje, y el lóbulo prefrontal, donde tiene lugar la mayoría de los cambios relacionados con la personalidad, el comportamiento y la toma de decisiones.
Asimismo, investigaciones han demostrado que los jóvenes que beben más y durante un tiempo prolongado tienen hipocampos significativamente más pequeños, hasta un 10 por ciento más chicos.
“Cuando alguien empieza a consumir bebidas alcohólicas entre los 12 y 13 años, tiene entre un 45 y 50 por ciento de probabilidad de desarrollar alcoholismo”, añadió Sánchez-Mejorada Fernández.
Por lo tanto, señaló que en el momento que una persona alcanza la madurez de su cerebro estará en mejores condiciones para la toma de decisiones, que aquella que inició a consumir alcohol a temprana edad.
“Vivimos en una sociedad donde se empieza a beber a una edad temprana, por ello es importante informar a las jóvenes generaciones para cuando lleguen a ser padres y madres eviten que sus hijos consuman alcohol desde muy pequeños.”
Por último, dijo que en la página oficial del Cendhiu están a disposición de la comunidad estudiantil autodiagnósticos que pueden responder de manera anónima y confidencial, si piensan que tienen problemas de ansiedad, depresión o de adicción (alcohol, tabaco y drogas).