- “Una vez que se tiene posesión, se genera un ambiente de impunidad que permite traficar lo que sea”: Carlos Hernández
- Dictó conferencia en el marco del X Foro de Investigación-Acción para la Prevención del Consumo de Drogas
Paola Cortés Pérez
31/10/2021, Xalapa, Ver.- Carlos Hernández Vázquez, miembro de la Asociación de Especialistas Certificados en Delitos Financieros, advirtió que en la actualidad el verdadero negocio del crimen organizado se basa en el control del territorio, apoyado en dos vertientes: la corrupción y la violencia.
Carlos Hernández es consultor con experiencia de creciente responsabilidad en cooperación internacional enfocado al combate a la corrupción, seguridad, justicia, inteligencia y gestión de proyectos.
El jueves 28 de octubre dictó la conferencia “El combate a la oferta de drogas desde los delitos financieros y sus repercusiones en el combate a la demanda de drogas”, en el marco del X Foro de Investigación-Acción para la Prevención del Consumo de Drogas.
Mencionó: “Hoy, más que enfocarse en un tema de una sustancia o de un bien en particular, el negocio del crimen organizado se basa en el control del territorio apoyándose de dos grandes vertientes: corrupción y violencia.
”Una vez que se tiene posesión del territorio, por medio del miedo-violencia y la corrupción, se puede generar un ambiente de impunidad que permite traficar lo que sea, por eso no creo que la legalización de sustancias ilícitas pueda producir un cambio inmediato.”
Para entender el fenómeno, dijo, la fórmula es el blanqueo del producto –lavado de dinero–, motor del crimen organizado. El proceso que sigue es sencillo: una actividad criminal genera ganancias económicas que es necesario integrarlas a la economía legal a través del sistema financiero al comprar empresas, bienes o generar servicios.
Ante tal situación, subrayó que es necesario que las autoridades tengan que diversificar las formas en que se combate esta ilegalidad, ya que de acuerdo con el análisis de riesgo proporcionado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en el país el lavado de dinero proviene principalmente de tres fenómenos principales: la delincuencia organizada, la corrupción y el nivel de recursos ilícitos generados en el país.
“Tenemos flujos ilícitos financieros que no solamente es producto de alguna actividad ilícita, sino pueden ser generados por una actividad lícita pero que después se convierte de carácter ilícito, un ejemplo es la defraudación fiscal y/o la economía informal.”
Además, indicó, en el país hay dos elementos más a los que debe ponerse atención: la violencia y la impunidad, que generan una descomposición del tejido social materializándose en una continua violación de los derechos humanos.
“Esto nos conlleva a un escenario de macrocriminalidad que se caracteriza por cometer distintos tipos de delitos en una región territorialmente amplia y está conformada por tres estructuras: la criminal, la empresarial y la política. Un efecto de esto es la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Guerrero.”
Es en este contexto que se reflexiona sobre el impacto de las estrategias al combate a la demanda de drogas, “el país se ha enfocado en combatir a los grupos criminales –sin éxito– que atender a la prevención y a la salud.
”Ha ocasionado que los grupos criminales tengan una capacidad financiera importante para la generación y diversificación de nuevas sustancias, como el fentanilo; además, los gobiernos no tienen la capacidad de desarrollar estrategias en todos los niveles, por la falta de financiamiento.”
A pesar de ello, puntualizó, diversas instituciones y organismos de la sociedad se esfuerzan por proveer de diversos servicios de tratamiento, rehabilitación y reinserción social, en un ambiente de macrocriminalidad.
Por último, señaló que al día de hoy en el país existen más de 500 grupos de la delincuencia organizada, de diferentes niveles.
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