- Egresados y alumno compartieron su experiencia al cursar el posgrado de la UV
- Destacaron unánimemente que la formación requiere apegarse a los marcos éticos y bioéticos de la investigación

Egresados del Doctorado en Investigaciones Cerebrales participaron de su IV Coloquio, efectuado en la USBI
David Sandoval Rodríguez
Fotos: Omar Portilla Palacios
17/02/2025, Xalapa, Ver.- Científicos formados por el Doctorado en Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana (UV) reconocieron de manera unánime que la diversidad de enfoques, tanto de sus profesores como de sus compañeros de generación, fue clave para ampliar sus conocimientos.
Al ser convocados por el Instituto de Investigaciones Cerebrales (Iice), sede del posgrado, participaron en la mesa de discusión “Aportes del Doctorado en Investigaciones Cerebrales a la formación académica: pluralidad, ética, oportunidad”, donde relataron su proceso formativo y compartieron recomendaciones al grupo que integra la generación 2020-2024 y que se dio cita en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) para asistir al IV Coloquio de Egresados.
Los egresados Jesús Lara Reyes y Laura Carrasco Hernández, y el alumno Osvaldo Torres Pineda, moderados por la académica del Iice, Leonor López Meraz, conversaron acerca de sus principales desafíos durante el doctorado y consejos para la generación saliente.

Jesús Lara compartió la importancia del posgrado en la formación científica y exposición de resultados de manera ética
En el caso de Jesús Lara, es egresado de la Licenciatura en Química Clínica por la UV y como docente imparte la materia de Toxicología Forense, además se ha desempeñado como perito genético forense.
Laura Carrasco es psicóloga y egresó del doctorado con mención honorífica, enfocando su investigación en la comprensión lectora en niños y los trastornos del neurodesarrollo; por su parte, Osvaldo Torres es físico de profesión y se ha dedicado también a la divulgación de la ciencia.
Ante la pregunta sobre sus experiencias en el posgrado, Lara Reyes dijo que contaba ya con experiencia de trabajo en laboratorio de biología molecular, no obstante, descubrió que “al doctorado venimos a generar conocimiento, compartir y discutir ideas”.

Laura Carrasco reconoció la responsabilidad de trabajar con niños y apegarse al marco bioético
Por iniciativa propia tomó cursos para aprender a redactar artículos científicos y reforzó sus estudios del inglés. Recordó también que entre los ocho integrantes de su generación se presentaban los proyectos respectivos para corregir errores y reducir el nerviosismo de mostrarlos a sus directores de tesis.
“Mantener la comunicación enriquecía mucho nuestro trabajo”, recalcó al hablar sobre la diversidad de formaciones de sus compañeros.
En igual sentido, Carrasco Hernández dijo que perteneció a una generación que era un grupo extenso y diverso que le permitió conocer ideas de todo tipo; calificó su proceso de aprendizaje como “complejo y enriquecedor”, en particular subrayó que la dupla conformada con su directora de tesis le permitió formarse en la investigación científica y la presentación de sus resultados.
Para Torres Pineda, el mayor reto de su formación “fue pasar de lo cuantitativo a lo biológico”, y aunque su generación es muy diversa, recordó que no hubo biólogos, pero sí enfermeros, médicos, nutriólogos e incluso dos físicos más.

Osvaldo Torres comentó sobre el reto que significó pasar de un pensamiento cuantitativo a uno biológico para cursar el doctorado
“Fue todo un reto, pero siempre he dicho que el cerebro es un sistema complejo y a los físicos les gustan los sistemas complejos”, afirmó.
En cuanto a la ética, los panelistas recordaron que se les enfatiza aplicar con rigor los protocolos del consejo de bioética interno y externos, tanto para animales como para humanos, ya sea que realicen estudios de laboratorio u obteniendo el consentimiento de padres de familia, y de los infantes su asentimiento para hacer pruebas como los electroencefalogramas.
Jesús Lara mencionó al respecto que se debe mantener un compromiso con la claridad en los resultados y aceptar en el caso de que haya errores; “esta es la apertura de la ciencia: tenemos que considerar los aspectos bioéticos y éticos en cuanto a la investigación y la publicación de resultados”.
Laura Carrasco dijo que realizó su investigación durante la pandemia por COVID-19, por lo cual, además de dichos aspectos, debió observar medidas sanitarias específicas; se comprometió a realizar a los niños los electroencefalogramas y otras pruebas de manera rápida y buscando ser lo menos invasivo posible.
Osvaldo Torres indicó que su trabajo se desarrolló durante el regreso a la presencialidad luego de la pandemia y fue con modelos animales, por lo que tuvo que aprender los procedimientos aceptados por los comités de ética y de bioética para el manejo animal, así como también apegarse a los códigos éticos relacionados con la publicación de resultados en publicaciones científicas.
Categorías: Ciencia, Estudiantes, General, Principales