- A lo largo de 15 años, María de los Ángeles Chamorro ha colaborado con más de 20 municipios del estado para desarrollar programas que impacten a nivel ambiental
- “La permanencia de este proyecto se debe a la colaboración y vinculación con las autoridades, así como a la participación entusiasta de los alumnos y la ciudadanía”
Paola Cortés Pérez
Foto: Omar Portilla Palacios
21/04/2022, Xalapa, Ver.- Desde hace 15 años, María de los Ángeles Chamorro Zárate, docente de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), trabaja en colaboración con estudiantes y municipios para fortalecer la educación ambiental.
En entrevista, la universitaria comentó que el proyecto de educación ambiental en municipios tuvo su origen en su tesis de doctorado; posteriormente, lo trabajó en el cuerpo académico (CA) Investigación y Educación para el Desarrollo Sustentable.
Consideró que la permanencia del mismo a lo largo de los años se debe a la colaboración y vinculación con los municipios, así como a la participación entusiasta de alumnos y la ciudadanía. Esto ha permitido trabajar en más de 20 municipios veracruzanos.
“Los temas ambientales no pueden abordarse de manera aislada, así que en un primer momento trabajamos con municipios cercanos al puerto de Veracruz (Medellín de Bravo, Jamapa, Boca del Río, Veracruz), donde se impartió un taller para integrar los programas municipales de educación ambiental.”
Después, se dio la oportunidad de colaborar con la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de Veracruz y se convocó a municipios de la zona centro, entre ellos: Coatepec, Teocelo, Tlalnelhuayocan, Perote, Banderilla, Naolinco y Coacoatzintla.
Como parte de las actividades de la Maestría en Gestión para la Sustentabilidad, se vincularon con Córdoba y Río Blanco; mientras que se contactó al municipio de Jilotepec para elaborar una tesis de licenciatura.
Explicó que inician con un acercamiento y una plática sobre la educación ambiental con las autoridades municipales, si muestran interés se realiza un taller para los representantes de las diversas localidades; se elabora un diagnóstico participativo, a fin de analizar cuál es la situación ambiental y cuáles son los principales problemas a atenderse en una primera etapa.
“Como resultado de la colaboración se integraron programas municipales de educación ambiental, que son instrumentos de planeación para llevar a cabo acciones concretas. Hace 10 años generamos 20.”
Lo interesante del proyecto, subrayó Chamorro Zárate, es saber que ha prosperado gracias al seguimiento y continuidad por parte de las autoridades, y especialmente porque la población ha asumido como propios los programas municipales.
Un ejemplo, indicó, es Teocelo, municipio destacado a nivel nacional por su cultura de separación de residuos sólidos, que tuvo su origen en una tesis de licenciatura en la que colaboró el Ayuntamiento.
Este trabajo ha permitido a la profesora y los estudiantes involucrados vincularse con el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) y realizar unas memorias de esta labor con los municipios.
En 2018 tuvieron un acercamiento con académicos de ocho universidades públicas del país, para conocer cuál ha sido su contribución a la educación ambiental en las entidades donde se ubican. El resultado fue la publicación del libro Contribución de las universidades a la educación ambiental de los municipios.
Por último, señaló que un obstáculo que han detectado a lo largo de estos 15 años es la falta de continuidad de parte de los gobiernos municipales. Y su principal reto es abonar para que la educación ambiental quede marcada en los planes municipales de desarrollo, que no sea ajena a obtener financiamiento.
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