- Alejandra Inclán Cazarín se formó profesionalmente en la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
- En 2022 fue galardonada con el Premio “Arte, Ciencia, Luz” por su trabajo recepcional de la Especialización en Promoción de la Lectura
Texto y fotos: Carlos Hugo Hermida Rosales
13/08/2023, Xalapa, Ver.- “Pese a que una de las principales características del erotismo en la literatura es ser sugerente, también puede abordarse de forma explícita sin caer en la pornografía”, explicó Alejandra Inclán Cazarín al presentar su libro en el Reflexionario Mocambo de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV).
En el evento, la escritora egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación (Facico) estuvo acompañada por Karen Jocelyn Hernández Reyes, promotora de lectura.
En la obra Sentirte de a poco: el erotismo de las cosas, Alejandra Inclán reúne prosa poética, microcuentos, reflexiones y cuentos, donde imagina realidades que al final se muestran diferentes.
Karen Hernández mencionó que los primeros escritos de literatura erótica fueron desarrollados por hombres y giraban en torno a personajes masculinos que reflejaban la forma de pensar del autor.
Por su parte, la redacción erótica de las mujeres posee una perspectiva muy distinta y aborda sensaciones placenteras no vinculadas a lo sexual, al realizar acciones como tomar un baño o beber un café.
“Sentirte de a poco: el erotismo de las cosas es una obra seria no sexualizada, la cual recrea escenarios sugestivos y emociones experimentadas en situaciones particulares”, afirmó la promotora de lectura.
Alejandra Inclán compartió que su primer acercamiento con el erotismo lo tuvo a través de novelas de Isabel Allende como Eva Luna, Retrato en sepia e Hija de la fortuna.
Su libro, gestado en el periodo de 2016 a 2019, no nació con una intención de dar a entender que existe el erotismo ajeno a la connotación sexual, pues simplemente fue una conjunción de distintas historias.
No obstante, los textos que lo integran asemejan adivinanzas y hablan de placeres ocultos no relacionados con el sexo.
“La literatura erótica requiere de mucha creatividad y es difícil de manejar, pero son los lectores quienes dirán si logré expresarlo en mi obra”, concluyó.
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