- Rodolfo Hernández cursó el Doctorado en Estudios del Lenguaje y Lingüística Aplicada en la Facultad de Idiomas
- Desarrolló un trabajo sobre su comunidad de origen
- Las generaciones jóvenes dejan de hablar náhuatl porque prefieren comunicarse en español, apuntó
David Sandoval Rodríguez
Fotos: César Pisil Ramos y Rodolfo Hernández Osorio
01/05/2022, Xalapa, Ver.- Rodolfo Hernández Osorio, egresado del Doctorado en Estudios del Lenguaje y Lingüística Aplicada, adscrito a la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV), realizó la investigación “Proceso de cambio lingüístico en el náhuatl de la Huasteca veracruzana”.
Con este trabajo, Hernández Osorio, originario de la comunidad de Hueycuatitla, municipio de Benito Juárez, Veracruz, busca responder una cuestión personal con una pregunta de investigación.
“Es un tema que me interesó porque creo que las lenguas evolucionan, pero no entendía cómo iban cambiando las palabras; con la investigación encontré cosas muy interesantes, pese a ser difícil porque poco se ha escrito en lenguas originarias y si se ha hecho refiere al náhuatl del altiplano pero no de otras regiones.”
El posgraduado estudió la Licenciatura en Antropología Lingüística y la Maestría en Antropología también en la UV; para este trabajo inició con Miguel Figueroa Saavedra, académico especialista en náhuatl clásico, como asesor y quien lo orientó en su objeto de estudio.
Posterior a la salida de Saavedra del doctorado, le dio seguimiento Enrique Vez López, coordinador general del posgrado, y Minerva Oropeza Escobar, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Unidad Golfo, fue su codirectora.
El jurado del examen estuvo integrado por los académicos Gunther Dietz, Rafael Nava Vite, Daysi Bernal Lorenzo, Juan Emilio Sánchez Menéndez y Luis David Meneses Hernández, a quienes agradeció públicamente por su apoyo y participación.
Respecto a su investigación, Rodolfo Hernández explicó que hay cambios internos y cambios externos en la lengua. Los internos se relacionan con los procesos que surgen de la misma lengua “en diferentes categorías gramaticales, en los sustantivos, los adjetivos, los verbos, pero también se relacionan con diferentes estructuras de las palabras, con los elementos fonéticos, fonológicos, morfológicos y semánticos, todos esos cambios aparecen en las palabras a través del tiempo.
Su estudio se articuló en dos niveles: diacrónico y sincrónico. El primero analiza cómo ha transcurrido el cambio de las palabras; el segundo, examina los cambios que se manifiestan en la actualidad, como los préstamos del español o del inglés que, advirtió, “no son malos, sino una estrategia comunicativa que nos ha servido como hablantes de lenguas indígenas y nos permite entablar comunicación con otras personas”.
En su investigación propone el concepto “términos híbridos” para palabras que mezclan el náhuatl y el español y luego se incorporan al habla; “esto al mismo tiempo afecta a la lengua y tiene que ver con la evolución a través del tiempo y que también sucede en el presente”.
Igualmente propone el concepto “sintomatología lingüística” al hacer referencia a los síntomas que se manifiestan en las lenguas originarias, y en general todas las lenguas del mundo, sobre cómo las palabras se construyen, algunas sobreviven y otras se pierden.
Rodolfo Hernández precisó que el trabajo es una muestra que identifica a las lenguas originarias en la región y qué es lo que está ocurriendo con sus culturas; además, busca aportar en su reconocimiento “porque debemos tener la seriedad de un estudio, es algo que visualicé junto con los actores sociales entrevistados, nahuablantes de la Huasteca”.
También encontró que los niños de las comunidades dejan de hablar náhuatl, lo cual es preocupante y refleja el hecho de que las personas abandonan la lengua originaria para hablar español porque así es la comunicación gubernamental en los municipios, aunque son municipios indígenas.
Detalló que en el municipio de Tantoyuca se habla tének, español y náhuatl; en el municipio de Ixhuatlán de Madero, que engloba un espacio multilingüe, se habla el otomí, tepehua, totonaco, náhuatl y español; en algunas comunidades los habitantes hablan dos, tres o cuatro lenguas.
Puntualizó que el cambio lingüístico se refiere a la transformación de la lengua en su estructura interna y externa, “ya que los fonemas y los morfemas cambian con el paso del tiempo, se reajustan dentro del sistema, el cual al ser dinámico evoluciona de manera lenta y natural”.
El lingüista dijo que con su investigación y su trabajo en comunidad aspira a incidir en que el reconocimiento y enseñanza de las diversas lenguas originarias existentes en el país se incorporen en todos los niveles educativos, “si esto sucede se mantendrán y evitamos el racismo y la discriminación”.
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